Christoph Kramer, jugador del seleccionado alemán que el domingo le ganó la final del Mundial de Brasil a Argentina, perdió la orientación tras chocar contra Ezequiel Garay y no estaba seguro de estar jugando el cotejo decisivo, declaró hoy el árbitro italiano Nicola Rizzoli.
"Poco después del encontronazo, Kramer me preguntó: "¿Arbitro, es ésta la final? Pensé que me estaba haciendo una broma y le pedí que me repitiera la pregunta", expresó el árbitro al rotativo La Gazetta dello Sport.
"Kramer tenía que saber si era la final. Y cuando le dije que sí, el contestó gracias, es importante saberlo", añadió Rizzoli, según consignó DPA. A los 17 minutos de la final jugada en el estadio Maracaná, Kramer chocó con el hombro de Garay sufriendo un fuerte golpe en la cabeza y recién fue reemplazado por Andre Schürrle a los 31.
Rizzoli también se refirió al codazo que le propinó el argentino Sergio Agüero a Bastián Schweinsteiger cortándole la cara.
"Creí que la acción fue involuntaria y por lo tanto no le mostré la tarjeta amarilla. Pero quizá no fue la decisión acertada", enfatizó.