Kokedamas: maravillas verdes japonesas

Conocé esta técnica milenaria japonesa para vestir tu casa con plantas de formas creativas y diferentes.

Kokedamas: maravillas verdes japonesas

Originarias de Japón, las Kokedamas son sin lugar a dudas una forma novedosa y creativa de apreciar las plantas. Consiste en una esfera compuesta usualmente por musgo, turba, akadama y arena de río, en la cual crece una planta. Se cultiva usualmente colgante, aunque en algunos casos sobre bandejas de arcilla o piedra. Al no poseer ningún tipo de contenedor el sustrato está expuesto en su totalidad. Por sus características tan especiales, da un efecto bastante innovador, moderno y poco convencional.

Cada día las vemos con más frecuencia en viveros, e incluso en las ferias y parecen algo complicado de hacer, pero la realidad es muy sencillo.

PASO A PASO

Las plantas utilizadas para el kokedama son muy variadas, suelen utilizarse diferentes arbustos, helechos, líquenes, arboles, plantas florales y plantas silvestres, hierbas aromáticas, cactus e incluso plantas carnívoras.

1. Se necesita una dosis importante de musgo de turba y sustrato especial para bonsáis. Vas a necesitar dos partes del primero y una parte del segundo. Mezclarlos agregando agua paulatinamente hasta lograr una consistencia similar a la de la arcilla. El musgo es fundamental porque sostiene el agua como una esponja y garantiza que las raíces se mantengan húmedas.

2. Sacar la planta elegida de su maceta y retirar suavemente la tierra que queda entre las raíces. Es más fácil hacerlo con el sustrato más bien seco. Luego mantener las raíces en agua a temperatura ambiente para que se re-hidraten.

3. Envolverlas con el preparado que armado, dándole de a poco la forma de una esfera. Continuar haciendo esto hasta que se haya cubierto por completo las raíces y se consiga el tamaño deseado. Agregar más musgo (previamente humedecido) hasta cubrir toda la superficie de la bola.

4. Con hilo de algodón o cualquier otro piolín que sea biodegradable, envolver prolijamente las raíces cubiertas por el musgo y el sustrato manteniendo la forma de la bola,  como si fuera un ovillo, haciendo nuditos cada tanto para mantener todo bien compacto (pero sin estrangular). Dejar bastante musgo del lado de afuera. Eventualmente el hilo se va a desintegrar y van a ser las mismas raíces las que van a mantener todo unido.

5. Sumergir la bola durante 10 minutos en agua templada, hasta notar que ya no salen burbujitas, y dejarla escurrir un rato.

TIPS: El kokedama se cuelga en un lugar luminoso, sin sol directo y debe ser regado sumergiéndose en agua. Algunos especialistas recomiendan pulverizarlo para mantener siempre húmedo el sustrato, sobre todo en verano.

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