María Kodama vino ayer hasta Mendoza para conversar respecto de su libro dedicado a Jorge Luis Borges ante un auditorio de 80 personas, quienes sobre el final de la charla en el Espacio Julio Le Parc pudieron interrogar a la viuda del gran escritor.
El texto se denomina “Homenaje a Borges” y fue presentado en el marco de la Feria del Libro. Aquí, la viuda de una de las más grandes figuras de la literatura argentina dio una conferencia mientras fue interrogada por el escritor Ramiro Quiroga, quien a su vez estuvo acompañado por Marta Castellino, representante de la Facultad de Filosofía y Letras. Vale decir que la visita de Kodama a nuestra provincia fue alentada por la librería García Santos.
Alguno de los puntos sobre los que se habló versaron acerca de la vida de la pareja Borges-Kodama, sobre la mujer como escritora, sobre las críticas que ella ha recibido a lo largo del tiempo y de la relación de Borges con otros escritores, entre otros temas.
“Me pareció muy interesante la presentación. La pude descubrir a ella como escritora y me despertó mucha ansiedad y curiosidad ver si puedo conseguir algunos de sus textos. Creo que cuando analicemos lo que ella ha escrito vamos a poder seguir conociendo a Borges”, dijo Mercedes, una bibliotecaria que se encontraba en el público.
Por su parte, Pilar García, una de las gestoras de la visita, aseguró que la charla fue excelentísima y que le alegró que todos los asistentes pudieran escuchar anécdotas referidas a este gran escritor. “Creo que no tenía que pasar desapercibido el aniversario número 30 de la muerte de Borges”, advirtió.
Borges y Kodama
María Kodama contó cómo conoció a Borges a través de los libros antes de conocerlo en persona. “Fue por un poema escrito en inglés que Borges le dedicó a una mujer de la que estaba enamorado. El poema estaba en ese idioma y fue así como yo también lo aprendí”, explicó la viuda del escritor, mientras destacó que una de las frases de aquel texto (“el hambre del corazón”) la marcó significativamente.
Por otra parte, señaló que cuando ya era mayor se sorprendió con un escrito -”Nadie lo vio desembarcar en la unánime noche...”- que Borges escribió para la revista Sur y que, según ella, es el que elegiría si tuviera que optar por un texto de él.
“También me sorprendió su anécdota respecto de Las Ruinas Circulares y que lo escribió en una semana. Él siempre dijo que es el texto que ni antes ni después escribió con mayor intensidad. Y yo lo leí con la intensidad de una chica de 10 años. Creo que allí pude ver la sensibilidad que tenía a través de la escritura”, contó Kodama.
El primer encuentro de ambos sucedió, tal como contó, en la puerta de una librería. “Él me preguntó luego de que me lo llevara por delante si me interesaría estudiar inglés antiguo y yo le dije si me lo decía por Shakespeare; él me contestó que no, que se refería a los autores del siglo IX, de los cuales ninguno de los dos sabía nada, pero que podíamos aprender juntos”, rememoró.
Kodama reconoció que es poco lo que pudo enseñarle a este hombre de letras, sin embargo advirtió que ella siempre fue pacifista y que quizás parte de esa forma de ser fue transfiriéndose poco a poco a Borges.
“Ahora lo terrible es que yo lo estoy siguiendo a él, creo que es mejor la guerra que la paz”, reflexionó, aunque luego prefirió no dar demasiados detalles respecto a este cambio. Solo aclaró que se refería a cómo el mundo actual vive.
Borges y sus colegas
Kodama detalló cómo fue la relación de Borges con Julio Cortázar (“Fue breve porque no compartían la misma visión política”), a quien publicó por primera vez. “Yo tengo una foto en la mente: un encuentro que ambos tuvieron en el Museo del Prado, donde está un cuadro de Goya que es mi preferido”, describió.
También habló de la visita que la pareja le hizo a Robert Graves en un viaje: “Me acuerdo mucho de todos los jóvenes y estudiantes sentados a su alrededor que sólo lo miraban en silencio”.
Kodama también contó que Borges siempre fue una persona muy humilde pese a haber sido un mito de la literatura mundial y que esa actitud que siempre mostró en las entrevistas era la que tenía en privado. “Esa forma de ser es la que a mí me gustaba. Además era muy tímido”, reconoció.
María Kodama en frases
La viuda del escritor: "A mí no me perturba que me señalen como la viuda de Borges. Yo sigo siendo yo. No me molesta lo que digan".
Los dardos contra su figura. "Las críticas hacia mi persona me divierten. Yo digo que es crítica de malnacidos. Ellos desnudan lo que son con esa actitud. Son pobres personas".
¿Su propio libro? "Siempre escribir me dio placer. No he publicado porque no me interesa".
La ética borgeana. "De Borges me enamoró su ética, porque siempre defendió sus ideas aunque fueran en contra de todos".
Las bibliotecas y la ironía. "Borges adoraba las bibliotecas, él decía que la suya era muy cuidada porque no había libros de él. Era una persona irónica cuando era necesario".
Borges y Mendoza. "Mendoza a Borges le gustaba, la gente le parecía agradable y tranquila, a diferencia de la de Buenos Aires".
El gran tema del escritor. "Su tema preferido era el otro yo".
La niña Kodama. "Cuando era niña escribía obras de teatro orales para mis osos y mis muñecas".
Borges, el tímido. "La primera vez que lo vi en una conferencia lo reconocí tímido, como yo. Eso me dio valor para enseñar y así fue como me animé a hacerlo".
Mujer libre. "Soy una persona libre, entendiendo que la libertad es eso que llega hasta el otro".