El kirchnerismo negocia contrarreloj con sus aliados

Mañana es la sesión clave y necesita 129 para cambiar el Consejo de la Magistratura. Sólo tiene asegurados 125. Pero podría llegar a 131 si abroquela a algunos diputados que tienen "dudas".

El kirchnerismo negocia contrarreloj con sus aliados
El kirchnerismo negocia contrarreloj con sus aliados

El suspenso se apodera de la Cámara de Diputados que hoy comenzará a debatir en comisiones los tres proyectos más polémicos de la reforma del Poder Judicial que propicia Cristina Kirchner: los cambios en la composición del Consejo de la Magistratura, la regulación de las cautelares contra el Estado y la creación de tres nuevas cámaras de casación. La intención del oficialismo es darle esta tarde despacho a los tres proyectos para llevarlo al recinto mañana mismo.

Las dudas son dos: si el kirchnerismo logrará los 129 legisladores para conseguir el quórum y si luego, cuando se voten las reformas a la Magistratura, logrará ese mismo número de votos afirmativos para aprobar la ley, que exige esta mayoría calificada para ser sancionada.

En el oficialismo, tanto Agustín Rossi, presidente del bloque K, como la secretaria de la bancada, Teresa García, se mostraron moderadamente optimistas. "Tenemos nuestro número, el mismo que venimos consiguiendo en las últimas sesiones", indicó García a este diario. "Queremos ser prudentes con las declaraciones porque la oposición está metiendo mucha presión y tememos agresiones", agregó en alusión a la marcha que mañana recalará en las puertas del Congreso para pedir que no se apruebe la reforma judicial K.

Hoy las autoridades del bloque K se reunirán con sus habituales aliados para garantizar la aprobación del paquete de leyes. En esta ocasión, al oficialismo no le sobran votos -por ahora- para lograr los 129 votos afirmativos para cambiar la Magistratura, aunque podría llegar a ese número de una manera más cómoda para arrancar la sesión.

El bloque K tiene 117 legisladores, de los cuales dos se han manifestado contrarios a la reforma: el riojano Jorge Yoma y Blanca Blanco de Peralta, esposa del vapuleado gobernador de Santa Cruz. Ambos votaron la semana pasada en contra de los deseos de la Casa Rosada.

A ellos se sumarían los sindicalistas Facundo Moyano y Omar Plaini. El hijo de Hugo Moyano dijo ayer por radio que "tendremos nuestras objeciones, trataremos de modificar lo que creemos que hay que modificar y si no se modifica no votaremos, y si se modifican veremos qué hacemos". En tanto Plaini se mostró más ambiguo y muy molesto por la campaña iniciada por algunas ONGs en el que se lo cuentan entre los 12 legisladores de los que dependen la reforma judicial K.

Si Moyano y Plaini se pliegan al "No", el oficialismo cuenta con un piso de 112 votos ya que el titular del cuerpo, Julián Domínguez no sufraga por presidir las sesiones. Para llegar a la cifra mágica el kirchnerismo deberá apoyarse en los 4 legisladores de Nuevo Encuentro, los 2 del PJ pampeano y los 7 del Frente Cívico por Santiago del Estero. Aún así, le estarán faltando 4 votos.

Estos votos saldrían de los 3 diputados del Movimiento Popular Neuquino, que pide cambios al proyecto de cautelares pero no cuestiona el del Consejo de la Magistratura y de la colaboración de algunos de los 3 legisladores salteños que tienen sus respectivos monobloques: el sojero Alfredo Olmedo (quien dijo que dará quórum pero no quiso decir cómo votará), la renovadora María Cristina Fiore Viñueales y el ex vicegobernador Walter Wayar.

Los tres votaron con la tropa K la semana pasada (Wayar es el que más reparos tiene ahora). Otro voto positivo seguro es el de la catamarqueña Mariana Veaute, una ex radical devenida en kirchnerista.

En tanto, las dudas persisten sobre los dos diputados que comúnmente se vinculan al intendente de Tigre, Sergio Massa. Uno de ellos, Alberto Roberti, no votó la semana pasada con el oficialismo y el otro, Julio Ledesma, sí lo hizo. Ledesma aseguró ayer que el proyecto de las cautelares es "obviamente inconstitucional" y se mostró impactado por el reclamo de la ciudadanía.

"El jueves y el viernes yo tengo que salir a la calle y me pedirá mi hijo que explique qué es la democracia y la Constitución", subrayó. En tanto, en el peronismo opositor creen que Roberti, que hasta ahora no acompañó nunca al oficialismo, podría debutar pasándose a las filas K.

Ayer, el patagónico Jorge Garramuño, del Movimiento Popular Fueguino, le dio una mala noticia al kirchnerismo: anunció que votará todo en contra (por primera vez). En tanto el sanjuanino Mauricio Ibarra, que colaboró con el quórum en la sesión que se aprobó el acuerdo con Irán, avisó que no sacará los pies del plato del peronismo disidente.

En este escenario, el oficialismo aspira a convalidar la reforma al Consejo 131 o 132 votos, un número que no tranquiliza a nadie. En tanto, las limitaciones de las cautelares podría cosechar menos sufragios pero este proyecto sólo necesita mayoría simple, por lo tanto no corre peligro.

Un escenario que nadie descarta es que los reparos de los legisladores neuquinos, Ledesma y de los sindicalistas moyanistas terminen por obligar al oficialismo a hacerle cambios al proyecto de regulación de cautelares para garantizarse a cambio la aprobación del nuevo Consejo de la Magistratura, la iniciativa que le abrirá al gobierno de turno el control del organismo que nombra y sanciona a los jueces.

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