Los bancos nacionales harán una oferta de pago a los fondos buitres que permita evitar el impacto de un default. La propuesta es impulsada por Adeba, la entidad que los reúne, y se baraja una cifra que rondaría entre 250 y 300 millones de dólares.
Ayer, el ministro Axel Kicillof voló de Caracas a Nueva York para hacerse cargo de la negociación con Daniel Pollack, el mediador designado por el juez Griesa.
El funcionario sólo anunció esta madrugada que la reunión con el mediador Daniel Pollack pasó a un cuarto intermedio y que las conversaciones proseguirán durante la jornada de hoy.
En tanto, en Buenos Aires se discutía la propuesta de Adeba y se definía que una delegación de banqueros viajara a Nueva York. Ofrecerían 250 ó 300 millones de dólares a modo de garantía que evitarán que el país entre en default, aunque la operación podría implicar la compra del total de la deuda (los U$S 1.650 millones que se adeudan a los buitres).
Buscan así que el juez Griesa reponga el stay y dé tiempo para encontrar una solución que evite a la Argentina una ola de demandas derivadas de la cláusula RUFO.
Insistencia
Ayer, a poco de arrancar la reunión de Adeba, Jorge Brito, el titular de entidad, asociación que engloba a bancos de capital argentino, insistió sobre la necesidad de intervenir en el conflicto con los fondos buitres y mostrarse al frente de lo que denominó “una iniciativa patriótica”. Al principio no hubo entusiasmo pero, sobre el final de la reunión, Brito logró aceptación.
“El Macro pone 100 palos, ¿cuánto ponen ustedes?”, lanzó Brito. “Fue como una jugada de póker. Brito tiró una carta fuerte y cada banco, según sus posibilidades, fue tirando un número”, dijo a este diario una fuente que participó de la reunión.
Condiciones
La ayuda de los bancos no es gratuita: si el país entra en default los principales perdedores serían las entidades financieras locales que tienen en su haber gran cantidad de bonos y acciones argentinas cuyo valor se desplomaría. “Hasta el valor de los propios bancos podría derrumbarse si el país entra en default”, explican en una de las entidades involucradas.
“Somos un plan B. Se lo ofrecimos a Capitanich, y Fábrega y Zannini terminaron de dar el ok”, explica un banquero consultado que aseguró que Kicillof, quien viajó ayer a Nueva York para sumarse a la reunión con Pollack, no estaba al tanto de esta estrategia.
“El default es inminente y el Gobierno no puede hacer otra cosa porque cualquier movimiento de negociación dispara la RUFO. Por eso entramos en juego nosotros y será una negociación entre privados”, aclara la fuente.
No podrán participar de la oferta los bancos estatales que integran la nómina de Adeba porque esto dispararía la cláusula RUFO ya que estas entidades están comandadas por el Estado y se consideran, a efectos de la negociación, parte del mismo.
De esta manera los principales oferentes serán el Banco Macro, el Galicia, el Supervielle y anoche se especulaba con que el Ciudad podría sumarse dado que es de jurisdicción porteña.
Anoche el grupo de banqueros evaluaba distintas propuestas: la más optimista hablaba de ir por toda la deuda para cerrar la puja judicial cuanto antes, aunque esa negociación tardaría unos días.
“Habrá que ver la disposición del juez para reponer el stay y dar un poco de aire al país evitando, mientras tanto, el default”, explica una de las fuentes consultadas.
“Hay que negociar los plazos del desembolso y el monto final porque desde el fallo de Griesa al día de hoy los intereses siguieron corriendo”, agregó.
Otra alternativa es ofrecer U$S 250 millones en efectivo a cambio de que los propios fondos buitres pidan al juez que reponga el stay. Si esto ocurriera, se destrabarían inmediatamente los fondos bloqueados por el letrado en el Bank of New York, los tenedores de Discount recibirían los intereses correspondientes y Argentina se salvaría de la cesación de pagos.
El mercado apostó por el acuerdo y la Bolsa subió
El mercado financiero operó ayer con la mirada puesta en la reunión que los funcionarios argentinos mantuvieron con Pollack en Nueva York. En la apertura, la tendencia en la Bolsa porteña era negativa pero al conocerse que habría un cuarto intermedio para retomar a última hora las conversaciones y ante la versión de que los bancos argentinos intervendrían para evitar el default, las acciones y bonos repuntaron y el Merval cerró con un 6,5% de alza.
En el panel líder, todas las acciones se subieron a la racha alcista (a excepción de Petrobras Brasil que cayó el 0,9%). Los papeles locales se acoplaron a la ola alcista que inundó las ADRs de empresas locales en Wall Street.
Allí se filtró la versión de que los bancos locales intervendrían en la puja con los fondos buitres ofertando una suma de dinero para evitar el default. Así en Nueva York todos los títulos de firmas argentinas cerraron con mejoras.
La euforia por una eventual solución para evitar el default impulsó a los bonos. De hecho al frente de las mejoras se ubicaron los Discounts, los mismos títulos cuyo pago de intereses bloqueó el juez Thomas Griesa y por los cuales Argentina quedó al borde del default.
De estos títulos, Griesa dispuso el lunes el permiso al Citibank para que los nominados en dólares bajo ley argentina puedan gatillar finalmente el pago.
Lo más negociado de la rueda, sin embargo, fue el Boden 2015 que avanzó un 1,6% y movió más de 93 millones de pesos en la Bolsa porteña, mientras que en el MAE donde operan los grandes jugadores del mercado, avanzó un 2% y concentró negocios por más de 506 millones de pesos.
El interés de los inversores por este bono es especialmente el de utilizarlos para hacerse dólares a través de operaciones de "contado con liqui". Así, este tipo de cambio denominado también "dólar fuga" saltó ayer 28 centavos a $ 10,15.
Sucede que los grandes inversores esperaron hasta último momento definiciones sobre la estrategia argentina ante los fondos buitres, pero ante la falta de precisiones optaron por "dolarizar" sus carteras.
En cambio el dólar paralelo se desinfló 20 centavos en Buenos Aires a $ 12,80. En Mendoza se mantuvo igual y cerró a $ 12,70. “La operatoria estuvo congelada a la espera de definiciones”, explicó un operador.
En la plaza oficial el Banco Central volvió a sorprender con una nueva suba del billete, que avanzó un centavo a $ 8,21. El lunes también había cerrado en alza. El Banco Central compró ayer U$S 50 millones, en una plaza que tuvo un 45% más de volumen operado.
La oferta de exportadores apareció en la última media hora, porque nadie quería desprenderse de un billete ante el temor de un eventual default y consecuente suba del dólar. Pero los rumores de una posible solución empujaron a los exportadores a vender a última hora de la rueda.