El ministro de Economía, Axel Kicillof, se reunió ayer con el vice ministro de Finanzas chino Shi Yaobin y en el mercado afirman que el motivo del encuentro estuvo vinculado a las condiciones del swap que Argentina pretende activar con ese país. El plan de Kicillof es activar antes de fin de año U$S 4.000 millones de los U$S 11.000 millones por los cuales se suscribió el acuerdo con China.
El objetivo es robustecer las reservas en manos del Banco Central pero en el mercado no descartan que también se utilicen para cubrir el déficit de cuenta corriente que alcanzaría los 140 mil millones de pesos. Ayer las reservas cayeron U$S 64 millones y cerraron en U$S 28.548 millones.
Tras la última reunión con el Presidente Xi Jinping en Argentina, se firmó una línea de crédito con el Banco Popular de China por U$S 11.000 millones. Ese crédito es necesario, según los especialistas, porque los dólares en manos de la autoridad monetaria argentina siguen en baja mientras que el año que viene se avecinan vencimientos de U$S 6.200 millones por Boden 2015, una cuota de U$S 500 millones con el Club de París e intereses de otros bonos, etc.
Según fuentes del mercado financiero, Kicillof, que siguió de cerca a su vez cada paso de De Vido por China, podría hacer uso de parte de esa línea para cubrir las necesidades del Tesoro.
El Tesoro necesitará en lo que resta del año cerca de $ 140.000 millones para financiar gastos (vencimientos de deuda, salarios, aguinaldos). De ese monto, en el mercado estiman que sólo $ 50.000 millones podrá aportarlos en concepto de adelantos el Banco Central. Pero el Gobierno también puede echar mano de las utilidades del Banco Central.