El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, aseguró hoy que tiene "confianza en la madurez" y la "buena fe" de los acreedores de la provincia para alcanzar un acuerdo contrarreloj antes del 26 de enero para reperfilar vencimientos de capital por 250 millones de dólares, mientras que los intereses por 27 millones serán afrontados.
"Existe voluntad de honrar esos compromisos, pero en este momento no hay capacidad de hacerlo. Estamos buscando ahora una resolución ordenada para la deuda, en total consonancia con los principios de la Nación para su deuda", dijo Kicillof.
Aclaró también que de ninguna manera se está empezando en la emisión de cuasimonedas para que el Estado bonaerense pueda pagar sus gastos. “Esta situación no tiene nada que ver con aquella de la salida de la convertibilidad. No hay punto de contacto. La respuesta es no”, afirmó.
En una conferencia de prensa junto a su ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López, Kicillof fue muy crítico sobre la gestión de la deuda realizada por el macrismo tanto a nivel nacional como en la provincia, en poder de María Eugenia Vidal.
El mandatario bonaerense dijo: “Esperamos de los acreedores un accionar de buena fe y con madurez para impedir que la resolución de este problema de insostenibilidad sea desordenada. Por eso, hoy pedimos que contemplen la posibilidad de aplazar el pago de este bono para mayo”.
Según precisó el gobernador, hay títulos emitidos en diferentes épocas, que generan vencimientos por 8.800 millones de dólares en 2020. "La gestión pasada (de Vidal) tuvo vencimientos por 4.500 millones de dólares en cuatro años. Y solo este año vencen 3.000 millones de dólares. El pasivo total es de 11.300 millones de dólares", precisó.
Kicillof consideró que "hay una cuestión de magnitud" en los vencimientos, porque la Nación también debe afrontar vencimientos por 160.000 millones de dólares en el actual mandato de Alberto Fernández.
Antes de que finalice enero, la provincia debe afrontar pagos por 571 millones de dólares. Unos 275 están en manos de acreedores privados y el resto en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSeS, que por decisión política del Gobierno nacional acceder a postergar los pagos.
El mandatario aclaró que ya todos los acreedores de Buenos Aires están en conocimiento de que en las actuales condiciones “no se va a poder honrar los compromisos. Esto ya fue charlado con los acreedores. Esto es sólo una solicitud de consentimiento”.
Kicillof aseguró que la provincia de Buenos Aires pretende hacer lo mismo que está realizando la Nación desde que el macrismo reperfiló los vencimientos el año pasado, y que consiste en hacer frente a los intereses pero no al capital hasta que haya una reestructuración integral y de largo plazo. "Lo que tiene que quedar claro es que necesitamos crecer para pagar", dijo.
"No hay nada nuevo ni extraño ni inesperado", afirmó sobre la situación actual. E indicó que el 82% de la deuda bonaerense está en dólares, cuando al principio de la gestión de Vidal era del 57%. "Los datos muestran que esos montos de dinero dejados por la administración Vidal no alcanzan para afrontar los compromisos", afirmó.