Kevin Johansen: “Estoy condenado a ser un jugador diferente”

El cantautor y su banda The Nada llegan a Mendoza con “Mis Américas Vol. 1/2”, su reciente trabajo con invitados como Ricardo Mollo y Pity Álvarez. Un músico que no reniega de su historia y deja que las canciones hablen por sí solas. El viernes, en el Tea

Kevin Johansen: “Estoy condenado a ser un jugador diferente”

Los extremos le pertenecen. El norte y el sur, el folk y el rock, le son tan propios y de ese crisol de culturas y sonidos, se cultivó Kevin Johansen.

Por eso cuando se adueña de todo el contiene como lo afirma en el título de su último disco “Mis Américas”, no cae soberbio ni pretencioso. Al contrario, conjuga todo ese tránsito con su banda los The Nada.

“Con el devenir de los discos, te vas dando cuenta, cuando un cd hace roncha o hace un run run, o un cri cri. Y este entró con un pie derecho; músicos, amigos, colegas están muy entusiasmados”, cuenta Kevin Johansen al teléfono desde un hotel en Santa Fe.

Y por casualidad o precisión en el almanaque, a dos años de su última visita a Mendoza, emprende su regreso. Esta vez lo hará con toda su esencia, dejando a un costado por el momento su proyecto con el dibujante Liniers, para así proponer un recorrido personalísimo por lo nuevo y por los clásicos. Será el próximo viernes 26 de agosto en el Teatro Plaza.

"Son las Américas que yo conozco"

- "Mis América..." muestra muchos Kevin en un solo disco...

-El hecho de apropiarse y decir “Mis Américas”, son las Américas que yo conozco. No es que me fui al Lago Titi Caca a conectarme con las entrañas de América. Fue surgiendo con Mati Cella, el productor. Y él me llevaba a la rastra y queríamos grabar juntos.

Me decía: “Voy a estar con Drexler en Nueva York, porque no venís y grabamos”. Así es que una semana grabamos allá y después en Río de Janeiro. Y en Buenos Aires con Los The Nada.

Y la cereza del postre son los invitados.

La cereza y la frutilla del postre la completan los artistas que convocó en este álbum. Pasando por Marcos Mundstock de Les Luthiers, Palito Ortega, Ricardo Mollo, Pity Álvarez y sus hijos Miranda y Kim.

-Te diste todos los gustos, desde Les Luthiers hasta Pity Álvarez.

-Me fui animando de a poco y le fui tomando el gusto a aprovechar y llamar a tus ídolos. Escuchaba la voz de Mollo en “Zambaguala del Viajero”, la voz de Pity en “Folky”. Para mí era genial y quedó buenísimo.

Pity tiene esa mezcla de rock y ternura. Y para un tema de fogón era genial. Y “La Bach Chata” con un monólogo de Marcos Mundstock, además de Palito haciendo el estribillo, quedó impresionante.

-No es nada a medias este disco...

-No (ríe). Viene con todo. Pero el guiño de Volumen medio es como decir: “Esto recién empieza”.

-El músico siempre piensa y siente la presión de superarse disco a disco.

-Ese proceso es constante, siempre te das manija para hacer lo mejor posible y encontrar, algo que te emocione a vos y toque un nervio ajeno. Y te vas dando cuenta cuando  un músico te nombra algo.

Me pasó con “Anoche soñé contigo” y de repente se lo mostrabas al amigo metalero y te decían que lo emocionaba. Entonces algo tiene, que traspasa los palos. Creo que es la búsqueda de todo cancionista, de traspasar la barrera estilística y tocar el nervio en mucha gente.

-¿Cómo es grabar con tus hijos y que van por el camino?

-Es un poco vertiginoso, te da un poco de vértigo. Pero es como el padre arquitecto que los hijos quieren ser arquitectos. Ellos maman lo que está dando vueltas en la casa. De repente tararean una canción o te hace una observación. Y lo vas viendo, como es el caso de Miranda que tiene mucha inclinación hacia la música, sin presionarla pero incentivándola.

Siempre digo que la música uno puede abandonarla, pero la música nunca te abandona. Aunque te sepas dos canciones en el piano, siempre las vas a saber. Después es personal, si quieren hacer de esto una carrera o estar en el medio. Por ahora se va curtiendo la mayor y los dos mas chicos, también disfrutan y se van subiendo al escenario naturalmente.

Además como yo tengo una voz muy grave y a veces me gustan las coloraturas más agudas, me gusta que cante una voz de chico y lo tengo a mano.

Entre los The Nada, Enrique 'Zurdo' Roizner se lleva todas las miradas. A los 76 años y luego de tocar con grandes como Piazzolla, Gato Barbieri, la orquesta de Don Costa, Les Luthiers entre otros, es parte de la banda de Kevin y este año se llevó todos los reconocimientos.

Por un lado fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura y por el otro, el baterista es la cara de la portada del séptimo disco del cantante.

-Esta vez el Zurdo se quedó con la tapa del disco, ¿Qué significa para vos tocar con un músico con tanta experiencia?

-El aprendizaje es mutuo. Desde el 2003 que me animé a llamarlo a la gira y empezaba a andar la cosa. El Zurdo para nosotros es como un pegamento, que unificó mucho la dinámica de la banda.

Nos alegramos mucho por estar cerca de él, sus historias. A mí siempre me gustó la idea de tener a una músico de otra generación en la banda y se dio naturalmente. Es un lujazo.

-¿Sos exigente como músico?

-Sí, soy exigente conmigo mismo y con los The Nada también tenemos una exigencia, que no tiene que ver con el perfeccionismo. A mí lo perfecto no me atrae. Me gusta que fluya y que haya algo fiel a lo que quiero. Que cada canción sea un mundo.

De a poco entendés la instrumentación, podés llevarte una agradable sorpresa como me pasó con “Torcer a favor” o “Dios de la marea”, que de repente grabamos percusiones en Río. Y a veces podés pifiarla.

Creo que hay tres patas en una canción; llegar a una emoción, una línea que lleve a la reflexión y muchas veces al baile. El baile me parece que es la forma más primaria de interpretar la música.

-En la escena musical marcas tu diferencia, ¿cómo te miras al espejo?

-Un músico alaskeño argentino ya es un distinto. Estoy condenando a ser un jugador diferente (ríe). Yo me río mucho de mi historia y lo disfruto. Creo el padecerlo sería ridículo. Tengo dos culturas, por supuesto la que más pesó fue la del sur. La conciencia de mi mamá de, como decía cariñosamente, no ser “unos gringuitos” y aprendiéramos castellano.

Y después el hecho de culto, popular, siempre me dio lo mismo. Voy a estar en un lugar medio raro. Saber que rosa lo popular porque la gente te reconoce y te da su cariño. Jamás le haré asco a eso. Y después el mejor crítico se llama tiempo, las canciones nacerán o desaparecen con el tiempo.

Ficha

Kevin Johansen + the nada presenta "mis Américas vol. 1/2"
Día y hora:
viernes 26 de agosto, a las 22.
Lugar: Teatro Plaza (Colón 27, Godoy Cruz). 
Entradas: $250, $350 y $450. En boletería del teatro, Tarjeta Nevada y www.entradasblue.com.

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