El Rolling Stone está del tomate: eso no es novedad. Pero las cosas que se le ocurren son casi de un señor ‘Ga gá’; y, además, de muy mal gusto.
El músico contó en una entrevista reciente que, cuando falleció su padre, Bert, en 2002 lo cremaron y lo incorporó a su organismo... ¿cómo? Sí, sí... como lo estás leyendo: “Esnifé las cenizas de mi padre”, dijo Keith Richards a The Mirror.
Pero ahí no queda el delirio sino que siguió con más, pues el guitarrista de 71 años dijo que, cuando él muera, hará que lo quemen y les dará a sus hijas, Theodora (30) y Alexandra (28), “un canuto” para que aspiren también sus cenizas.
Estas dos hijas de Richards son fruto de su relación con Patti Hansen. Pero tiene además otros tres vástagos: Marlon, Angela y Tara, cuya madre es Anita Pallenberg. Parece que a estos tres no los “quiere” tanto como a las dos primeras porque el “acto de amor” les toca solo a ellas dos. Un delirio.