Todos sabemos la maldita máquina de destrozar autoestimas que es Hollywood. La actriz Kate Winslet, que por cierto es una estupenda intérprete, ya pasó la década ‘fatal’ para las mujeres que han accedido a su podio. Y, hasta no hace mucho, era objeto de algunas ‘ironías’ que relacionaban su apellido con su peso: en inglés, ‘Winslet’ suena muy parecido a ‘weighs a lot’, que significa “pesa mucho”.
Dicen que fue James Cameron, el director de “Titanic”, el que la “bautizó” con ese apodo: “Weighs-a-lot” y nunca se lo pudo sacar... ¡Hasta ahora!
La hermosa rubia no sólo está teniendo que lidiar con el asunto de ‘volverse vieja’ en Hollywood (tiene 43 años) sino que a eso se le sumaba esa horrible discriminación física.
Pero Kate es una mujer que no se amilana fácil y los dejó a todos con la boquita bien cerrada: hizo una producción fotográfica súper erótica, para la edición de noviembre de la revista Esquire, en la que no sólo se ve increíblemente sexy sino que parece más Gisele Bündchen que ella misma.
Es raro que Winslet haya aceptado mostrarse así, pues siempre fue una de las actrices que se ha mostrado inflexible con la frivolidad de la industria y llamó a sus colegas a mostrar sus cuerpos reales. Sin embargo, la necesidad parece que tiene cara de hereje y, pese a que es una hermosísima mujer en total, la protagonista de “Titanic” se rindió y luce delgadísima y ‘afinada’ por los ‘talentos’ del Photoshop. Una lástima, aunque se comprende.
