En pleno Día Internacional contra la Violencia de Género, con miles de mujeres marchando por las calles del mundo reclamando el cese de los ataques machistas, el chef Karlos Arguiñano hizo una broma sobre una violación en uno de los programas más vistos de la televisión española. Aunque a los presentes en el estudio, entre los que estaban Ricardo y el "Chino" Darín, celebraron el chiste, no pasó lo mismo en las redes sociales, donde el comentario fue duramente criticado.
Todo sucedió en "El hormiguero" (Antena 3), donde padre e hijo fueron invitados en el marco de la promoción de la película "La odisea de los giles". En medio de la entrevista con los actores argentinos, se unió el reconocido chef español por medio de una comunicación telefónica.
El cocinero de 71 que supo brillar en la televisión de nuestro país hasta el 2001, año en el que decidió regresar a su patria por la crisi del “corralito” que se vivió en Argentina, se deshizo en elogios para los Darín y cruzó halagos con Ricardo.
Sobre el final de la charla, Pablo Motos, conductor del programa, quiso ponerle una pizca de humor y le pidió uno de sus típicos chistes a Arguiñano. Encantado con la propuesta, él aceptó y comenzó a relatar una broma relacionada con los argentinos.
"Hay dos chicas argentinas y le dice una a la otra: Graciela, ayer me violó un gallego. ¿Y cómo sabés vos que era gallego? ¡Porque le tuve tuve que ayudar!", dijo el gastronómico.
El comentario logró su cometido entre los presentes en el estudio que celebraron con risas antes de finalizar la comunicación. Sin embargo, el efecto no fue el mismo en redes sociales, donde recibió el repudio inmediato de los usuarios.
En lo que muchos acusaron como una estrategia para desviar la atención después del desafortunado comentario, el programa continuó con un acto "Agua ardiente" que casi termina con un incendio en todo el estudio.
Allí, un hombre sumergido en un receptáculo lleno de agua prometía escapar apagando las llamas que se habían provocado encima de él. Sin embargo el fuego comenzó a expandirse y la producción debió ingresar en una ráfaga a controlar las llamas con un matafuego.