El atleta ecuatoriano, de origen suizo, Karl Egloff ayer en su primer intento quebró la marca de ascenso y descenso rápido (speedclimbing) del Aconcagua impuesta por el catalán Kilian Jornet en las vísperas de Navidad.
Dos meses después, transitando por el mismo camino hasta la cumbre de 6.962 metros, el hombre rubio de 33 años cerró su aventura en Horcones con un registro de 11 horas y 52 minutos. Superado en 57 minutos el récord que estableciera Jornet, como parte de su proyecto Summits of my life.
Una fotografìa y un par de líneas en su cuenta oficial de Facebook, detallaban las intenciones de conquistar una nueva marca. Este amante de los deportes extremos, que también practicó fútbol, ciclismo de montaña y ‘trail running’, enfrentó el coloso de América luego de ganar el Ultra trail Andes Infernal, en el mes de diciembre en Chile.
Desde allí lanzo su reto, expectante por lo que sucediera con el escritor español y su intento de conquistar la cumbre. Ayer, incluso el esquiador y corredor ibérico fue uno de los primeros en felicitarlo. En Twitter (@klianj) escribió: “Muchas felicidades @karlmtb! Nuevo récord en el Aconcagua #RecordsAreToBeBroken”.
Ayer, Karl Egloff salió marcando un ritmo muy alto, mejorando la marca de Jornet en todos los puntos de control. Tanto fue así, que contaba con casi una hora de ventaja al llegar a la cumbre del Aconcagua en unas ocho horas, sin poder batir el récord de Jorge Egocheaga, que sigue siendo el más rápido en el ascenso al coloso andino.
El deportista, de 33 años, ya había logrado una hazaña similar en el continente negro. En el Kilimanjaro, la montaña más alta de África, impuso el año pasado un tiempo de 6 horas y 42 minutos. Mejorando también el tiempo que había registrado Jornet, que también colecciona medallas en esquí.
Egloff, quien a los 15 años debutó como guía de montaña, se enfocó en su nuevo desafío en las últimas semanas. Acompañado por un equipo de apoyo que incluyó a andinistas experimentados como Nicolás Miranda e Iván Herrera.