El kaos
La muerte del fiscal Alberto Nisman ha puesto de manifiesto el kaos generalizado que vivíamos sin percibirlo en su real dimensión. Fue el detonante de la explosión que dejó al desnudo el desorden casi absoluto del kirchnerismo en cada una de nuestras vidas.
Hemos soportado las teorías más absurdas de la reina, sus contradicciones, sus avances sobre la Justicia, los medios concentrados, los opositores, su victimización arropada de blanco sobre una silla de ruedas en su insoportable cadena nacional, esta vez para defenderse y atacar, sus dos tareas obsesivas favoritas, y para “dar lástima” porque atrae votos, y sus mentiras desembozadas frente a un inexistente ataque despiadado por parte de quienes no piensan como ella.
Y la “letra” que obligó a repetir a sus también insoportables Aníbal Fernández, “Koki” Capitanich, Marcelo Fuentes, Julián Domínguez, Diana Conti, legisladores, demás obsecuentes aplaudidores y todo el arco del FpV, queriéndonos imponer que la muerte del fiscal Alberto Nisman se debió a la guerra árabe israelí, terrorismo en Francia y cualquier otro acontecimiento mundial excluyendo, por supuesto, a Ella y a su “maravilloso, progresista y democrático gobierno”, sembrador del odio entre hermanos que sufrimos desde hace doce años. Y a las “mafias” de los servicios de inteligencia olvidando (sin olvidar) que durante casi doce años fueron comandados por Él y Ella.
No hay plan futuro ni futuro de país, sólo el día a día, de sorpresa en sorpresa, espanto en espanto, en estado de estupor permanente. En especial con una angustia que no nos deja vivir, por tanta corrupción, impunidad, inseguridad, pobreza y marginalidad. Y por el descaro con que la reina y todos los kirchneristas intentan, sin lograrlo, tratarnos de minusválidos intelectuales y morales.
Cada acción u omisión ilícita, inmoral, autoritaria o dañosa nos la presentan con un relato siempre justificador de modo que los autores jamás son ellos, ¡sino nosotros, sus víctimas, a quienes nos tildan de victimarios! Nisman no trabajó todos estos años para culminar en una denuncia seria. ¡Lo hizo por imposición de Stiuso, porque no estaba en sus cabales, porque era débil, suicidándose porque no podía defender el “bodoque de su denuncia”, según el todo terreno Aníbal Fernández!
El encubrimiento
El art. 109 de la CN prohíbe al Ejecutivo "ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas".
El Memorándum de Entendimiento con la República Islámica de Irán fue firmado por el Gobierno argentino representado por su canciller en 2013 en Addis Abeba, Etiopía, en el que se incurre en varias violaciones constitucionales, a punto tal que fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal de la Capital Federal.
El espacio me impide dar detalles de los numerosos cuestionamientos al memo, pero con sólo mencionar que con la Comisión de la Verdad que se crea, a funcionar en Irán, el Ejecutivo se arroga el conocimiento de la causa pendiente en el fuero penal por la voladura de la AMIA, y ejerce funciones judiciales; la violación constitucional es doble.
Prácticamente el juicio penal en Argentina pierde vigencia y operatividad. Irán no envía el memo al Parlamento de ese país en tanto el gobierno K sí lo hace y es aprobado por los legisladores oficialistas con grandes celebraciones y abrazos. ¿Por qué no se hizo el intercambio de granos y petróleo?
Porque el convenio no entró en vigencia, por su inconstitucionalidad y porque Irán no lo envió a su Parlamento para homologarlo y nunca tuvo intención de hacerlo.
Pero Cristina y el canciller mintieron y ocultaron el no levantamiento de las alertas rojas por la misma razón. Por supuesto los iraníes sólo querían que se levantaran estas alertas que perseguían por todo el mundo a los acusados en el juicio penal.
El art. 277 del Código Penal dice en su parte pertinente que será penado con 6 meses a 3 años de prisión a quien “ayudare a alguien a eludir las investigaciones de la autoridad o a sustraerse a la acción de ésta”, agravándose la figura en el caso de los funcionarios argentinos.
El memo ayuda a los presuntos asesinos iraníes a eludir las investigaciones del juicio argentino y a sustraerse a éste, sometiéndose a una penumbrosa “comisión de la verdad” ¡para la impunidad iraní!
El razonamiento jurídico debería ser más extenso pero no es esta nota la apropiada. Baste lo dicho para marcar la sencillez y claridad de la situación y de qué manera el kaos de Cristina y sus incondicionales y obsecuentes han impuesto para oscurecer y embarrar todo. Con el memo solamente se acredita el delito.
A partir de allí todo se explica. Cristina, Aníbal, Capitanich, Diana Conti y la lista entera, embarran, ensucian, confunden, intentan influenciar, buscan con desesperación al funcional Zaffaroni para que, “magister dixit”, sentenciara que no hay delito, tal como dijo cuando, siendo ministro de la Corte Suprema, ignoraba que de sus doce departamentos alquilados, seis eran prostíbulos, sin vergüenza ni sonroja. Hacen un ruido tremendo.
Ella sale tres veces por cadena, grita, ataca, se defiende, sostiene una tesis y luego su contraria. Se va a China a entregar al país, permite la construcción de una base a los chinos en Chubut que enfurece al mundo occidental; nos aleja más de nuestro mundo y, como frutilla, se burla con la “cámpola”, el “aloz” y el “petlóleo”, provocando la indignación del mundo y el silencio de los chinos.
Su “chirolita” Koki rompe diarios en el atril y aumenta día tras día nuestra indignación y estupor, mintiendo a mansalva, seguro que nos considera tan “tontos y retontos” que le vamos a creer.
Ella no ha pronunciado una sola condolencia a la familia del Fiscal, a las hijas ni a la madre ni a la ex esposa. Lo presenta, con la inestimable ayuda de Aníbal, de igual soberbia, como un inútil incapaz de redactar la denuncia, con el claro objetivo de desvalorizarla para que no prospere.
Tiene terror de afrontar un tribunal, ahora y después del 10 de diciembre y para eso se viene preparando desde años. Luego del 18 de enero de 2015 nada será igual para los K ni para nosotros, sus perjudicados por millones.
La imputación
Antes de la muerte de Nisman el 18E, el kaos de Kristina era estratégicamente organizado. Idas y vueltas, contramarchas, iniciativas dispares y siempre espectaculares, muchísimo ruido gobernando sólo con leyes de dudosa constitucionalidad pero sin solucionar los grandes problemas que nos afectan y destruyen, los que he repetido incesantemente.
Después del 18E sigue prodigando el Kaos pero ya no es prolijamente organizado por la reina sino desarmónicamente desesperado. El estupor del pueblo se ha trasladado a Cristina y sus adláteres. No saben qué hacer, cómo reaccionar.
El fin de semana largo quedó ocupado para pensar dos estrategias: una jurídica, para la que se convocará seguramente a Raúl Zaffaroni; otra política, para delinear cómo se oscurece y alarga todo, sin importar que nuestro pobre país se va hundiendo con más prisa en el desprestigio local e internacional.
La masiva y exitosa marcha del silencio del 18F es otro elemento más para descolocar y desquiciar a la reina y a sus lacayos.
No esperemos en ella y ellos ningún cambio, como en el cuento del escorpión, pero confiemos que el pueblo, en un 70%, diga basta el 25 de octubre y el 10 de diciembre veamos otra vez la luz y una fundada esperanza.