Javier Roberto Lamas, dueño de Desarmaderos Lamas, es juzgado por encubrimiento agravado por el ánimo de lucro. En su negocio de autopartes la Justicia encontró repuestos de autos que habían sido robados y que él habría comprado para revender.
El juicio contra el conocido comerciante fue abierto ayer por la jueza Liliana de Paolis de Aymerich, de la Sexta Cámara de Crimen, y continuará hoy, cuando declaren algunos policías que participaron de los allanamientos que terminaron con la detención de Lamas, en enero de 2011.
Según se desprende de la investigación realizada inicialmente por el juez federal Walter Bento, en dos negocios del comerciante se secuestró una importante cantidad de autopartes de autos robados.
En el local ubicado en Buenos Vecinos al 505 de Rodeo de la Cruz, Guaymallén, se encontró un equipo de gas que pertenecía a un VW Gol robado en Buenos Aires en 2008, un regulador de GNC de un Duna robado en Guaymallén y una patente de un Renault Fuego.
También tenía oculto en un depósito de su propiedad ubicado en Buenos Vecinos 525 un motor Chevrolet con la identificación adulterada, un block Deutz y un block VW con identificaciones suprimidas y un block de un Renault 6 con pedido de secuestro por robo, entre otras piezas.
Allanamientos
El 3 de mayo de 2011, la policía, tras obtener información que advertía que en los negocios de Javier Lamas se estarían comercializando autopartes de origen dudoso, el juez Bento, con el apoyo de Policía Federal, realizó dos allanamientos a las propiedades de Lamas.
Así se encontró una importante cantidad de repuestos que no tenían el calco con el código de barra brindado por el Registro Único de Desarmaderos y Autopartes. Los negocios fueron clausurados; Lamas detenido por algunas horas e imputado por encubrimiento agravado por el ánimo de lucro, delito que tiene penas que van de los 2 a 10 años de prisión.