Comenzó ayer el juicio contra un falso empleado del IPV que habría estafado a más de 70 familias. Se trata de Hugo Figueroa, quien trabaja en un estudio jurídico como administrativo y fue detenido en febrero de 2012 mientras jugaba en el casino Arena de Maipú. También es juzgado por algunas de estas maniobras fraudulentas Daniel Opazo.
Figueroa ofrecía carpetas del Instituto Provincial de la Vivienda para barrios de Luján y a cambio de participar en la falsa operatoria pedía a cada uno de los estafados entre 3.000 y 7.000 pesos. Según los investigadores Opazo habría recibido dinero de algunos afectados, con la promesa de entregárselos a Figueroa.
Ayer, en el debate que se celebra en la Primera Cámara del Crimen, el juez Víctor Comeglio escuchó el testimonio de Franco Cartofield, un policía de Inteligencia Criminal que participó en la investigación inicial del caso.
El uniformado explicó que en marzo de 2011 un pariente suyo le dijo que una persona quería darle una información sobre estafas con la venta de loteos de los barrios Esperanza, Terrazas Río Mendoza y Trinidad de Luján.
La "fuente" resultó ser Opazo, quien le dijo al policía que Figueroa se hacía pasar por empleado del IPV y vendía carpetas de viviendas.
Al día siguiente Cartofield y Opazo organizaron un encuentro con Figueroa en una café de Las Heras y Mitre de Capital. Allí, según el uniformado, Figueroa le dijo ser una agente del IPV y le ofreció un lote. Cuando el policía le preguntó cuáles eran las condiciones, el hombre le habría dicho que tras la entrega del dinero, él le daría un número de expediente, aunque nunca un recibo y que por ello debía tener "confianza".
Siempre según la versión del policía, Opazo contactó a las víctimas y organizó una reunión "en la rotonda de los bomberos de Luján". Cuando llegó Cartofield con su jefe, había unas 50 personas.
Cuando los uniformados les explicaron que se trataba de una estafa, los compradores no le creyeron que se trataba de una maniobra fraudulenta sino más bien pensaron que ellos eran los embaucadores. Entonces los policías debieron pedir refuerzos a la comisaría de Luján para convencer a los exaltados.
Ante las preguntas del fiscal Javier Pascua, Cartofield explicó al juez que Opazo se había presentado como una fuente pero con el correr de los días se dio cuenta que estaba implicado ya que él había sido el responsable de cobrar el dinero a algunas personas y luego se lo habría entregado al falso empleado del Instituto de la Vivienda. El debate continuará hoy con la declaración de algunos afectados.