Un taxista que habría participado en el homicidio de otro taxista es juzgado en la Primera Cámara del Crimen.
El 10 de octubre de 2001, el taxista Marcos Félix Cortez (61) recibió un disparo mortal mientras era perseguido por varias personas que iban en un taxi.
Según la investigación, Cortez y su hijo Marcos Alejandro Cortez (32), habrían estado en en el cabaret Taxi-Girls, ubicado en Federico Moreno y Ayacucho, en Ciudad.
Allí se inició una discusión y sus protagonistas salieron a la vereda, donde continuaron la riña. Unos vecinos de lugar que en ese momento estaban comiendo un asado, salieron a ver qué pasaba y también participaron de la pelea.
"Cuando llegamos habían piedras, botellas, macetas con petunias", contó un policía que llegó minutos después de la pelea. Lo cierto es que estos testigos vieron cómo Cortez y su hijo se iban en un Peugeot 206 color bordó. Detrás y en persecución, salió un taxi que conducía el ahora imputado como partícipe primario, Jorge Rodríguez.
El caso, por ahora presenta algunas zonas confusas. Según el hijo de la víctima, fueron tiroteados al menos tres veces durante la persecución, la última de ellas en Rioja y Catamarca.
Pero las pericias realizadas por la policía establecieron que el tiroteo se produjo en Ituzaingó y Chacabuco
El joven declaró que su padre le dijo antes de morir que había sido "el pelado del 059".
El testigo también dice que varias personas iban en el taxi y que en un momento fue encerrado, se bajaron varias personas, discutieron y cuando se iban le dispararon en la luneta -había en el auto marcas de al menos 5 disparos- y le dieron en la nuca a su padre. El herido moriría minutos después en la guardia del hospital Central.
La versión del taxista es que iba pasando frente al boliche Taxi-Girls y fue interceptado por dos o tres personas que lo obligan a seguir al Peugeot, en un momento en que está junto al vehículo, le mueven el volante, produciendo un choque. Ahí los hombres se bajan y les disparan al Peugeot.
El taxista, nunca activó el botón de pánico porque, según explicó era vigilado por los delincuentes que "eran del gremio".
Ayer, durante el debate, participaron como testigos algunos policías cuyos móviles fueron desplazados primero hacia al riña que se inició en Taxi-Girls y luego hacia el tiroteo que se produjo luego en Ituzaingó y Chacabuco.
Los uniformados no recordaban casi nada del procedimiento ya que no participaron de la investigación del homicidio, sino de los sucesos anteriores, cuando nada hacía presumir que todo terminaría en el homicidio que ahora es investigado en la Primera Cámara del Crimen.