La noche pintaba mal para el Millo que, si bien antes de encontrarse con la primera desventaja había generado algo más como para estar arriba. Pero los goles son amores y se hacen. Entonces Arsenal respondió con Carrera y puso el primero. Palermo y compañía festejaban en el banco y todo era delirio en el Viaducto, pero el mendocino Martínez lo empató antes al ratito nomás. Se hizo un partidazo. De ida y vuelta y con llegadas claras.
En ese contexto, el local volvió a encontrarse arriba mediante Pérez, quien despilfarró gente por izquierda y definió a un ángulo. Todo era confusión para el equipo de Gallardo. Para colmo de males, Carrera sorprendió nuevamente por izquierda y definió abajo ante una pobre salida de Chiarini. Con ese 3-1 inesperado se fueron al descanso, dejando muchas preguntas para el segundo tiempo.
Gallardo reacomodó las piezas y al ver un Arsenal que se metió demasiado atrás, cambió algunos puestos que terminaron siendo claves. Driussi y Gio Simeone le dieron mucho aire al ataque y Mora empezó a aprovechar los errores que cometía la defensa de Arsenal. Así el uruguayo descontó en la noche y dejó a su equipo a tiro del empate.
El mismo llegó tiempo después, cuando restaban 3’ para que se cumpliera el tiempo reglamentario y fue mediante un precioso tiro libre que el sanmartiniano Andrada no tuvo nada que hacer. Golazo y aún quedaba tiempo. El Millo fuer por más, pero casi lo pierde en un córner donde salió mal Chiarini. Y ya no hubo más tiempo. Resultado justo por donde se lo analice. Arsenal aprovechó las pocas que tuvo y lo ganaba, pero la visita reaccionó y salvó la pilcha.