Juró poner fin “al despilfarro y la desidia en el Estado”

En un enérgico discurso en la Legislatura, Cornejo asumió “el liderazgo político” de la provincia con el objetivo de mejorar los servicios públicos, dinamizar la economía y el empleo privado.

Juró poner fin “al despilfarro y la desidia en el Estado”

Con el regreso de la marcha radical a la Legislatura -entonada por medio millar de militantes en las afueras y un centenar en la barra- Alfredo Cornejo convirtió su acto de jura como Gobernador en un virtual adelanto de su próximo mensaje de primero de mayo ante la Asamblea Legislativa.

En un tono marcado por la energía presentó el resumen de un plan de gobierno fundado sobre la base -innegociable- de su liderazgo político, el ofrecimiento a empresarios, sindicatos, intendentes y fuerzas políticas de “un gobierno de escucha atenta, abierto al diálogo y dispuesto a la construcción de consensos amplios” y la meta de “poner a funcionar el Estado nuevamente” con el objetivo de convertirlo en “un proveedor de servicios (educativos, de salud y de seguridad) de calidad y un dinamizador de la economía para que se genere empleo privado”.

“Vengo a anunciarles que desde hoy se terminó el despilfarro y la desidia en el Estado de Mendoza”, enfatizó ante un hemiciclo atestado que mostró a la mayoría de los integrantes de la Suprema Corte de Justicia (Llorente, Adaro, Palermo, Pérez Hualde, Nanclares), de los intendentes -tanto radicales (Iglesias, Orozco, Suárez, Vergara, Ronco) como justicialistas (Bermejo, Félix, Giménez)- y de los legisladores nacionales -Cobos, Giménez, Petri por la UCR y Abraham, Miranda por el PJ-.

Se hizo ostensible  la ausencia de los legisladores de La Cámpora tanto nacionales -Sagasti- como provinciales -Ilardo y Femenía-.

“Confiamos que un liderazgo sólido, con metas claras, servirá para crear una atmósfera de entendimiento colectivo que sirva para reorganizar el Estado y administrar bien el dinero de los mendocinos, para enfrentar la inseguridad, incentivar el sector productivo y desarrollar el empleo, garantizar la salud, la educación y el desarrollo social integral y para que el Estado vuelva a hacer obras, viviendas e infraestructura social”, dijo el flamante mandatario en una de las frases que más resumió su proyecto.

Cornejo juró por “la Patria y el Honor” ante la primera vicegobernadora de la Provincia, Laura Montero, quien -a su vez- asumió previamente la presidencia de la Asamblea, tras jurar bajo la misma fórmula, ante el vice saliente Carlos Ciurca, cuya tarea -ayer- se limitó a protocolizar la primera parte de la ceremonia.

“Asumo como Gobernador de Mendoza en uno de los contextos críticos más severos que reconozca la Provincia en su historia reciente”, disparó Cornejo.

Subrayó que la “conflictividad social e incertidumbre” que vive la Provincia “no se explica en términos de un ciclo económico de desaciertos del país, sino, principalmente, en que a Mendoza en los últimos años se la ha gobernado mal”.

Y desafió sin medias tintas a un debate público: “Esta situación tiene responsables concretos que deberán rendirle cuentas a la ciudadanía sobre el Estado en que entregan hoy el Gobierno”.

A tono con ese discurso, desde la militancia radical se reiteró un “que se vayan todos” y se repitieron consignas de que “Mendoza es radical”. A diferencia de lo que luego sucedió en la Casa de Gobierno, en la Legislatura sólo hubo redoblantes y carteles radicales, sin la presencia de militancia de otros socios políticos de Cambia Mendoza.

Desde el peronismo -en proceso de reorganización y bajo cuestionamiento (interno y externo) por los resultados finales de su administración en la Provincia y en cinco comunas- los legisladores e intendentes presentes no dieron ayer señales de que -en lo inmediato- vayan a recoger el guante de Cornejo, sobre el debate pendiente en torno a la responsabilidad por la situación fiscal de la Provincia.

Si bien todos reiteran que la UCR "no se puede hacer la distraída" por "el entorpecimiento" de los últimos años a la búsqueda "de los fondos que ahora piden", nadie muestra que el PJ vaya a asumir un rol inmediato de oposición.  
Así se desprende de las declaraciones de dos dirigentes "duros" del sector Azul.

“No vamos a entorpecer. La prioridad del PJ son los mendocinos y luego atenderemos el frente interno”, afirmó el intendente de San Martín, Jorge Omar Giménez.

“Esperamos la llegada de los proyectos de Avalúo, Impositiva y Presupuesto 2016 para pronunciarnos, pero en principio la idea es acompañar a un gobierno que recién empieza”, dice el presidente de la bancada del FpV en Diputados, Jorge Tanús.

Autopista con el Ejecutivo

La vicegobernadora Laura Montero pronunció ayer un discurso que contrastó en tono con la contundencia del que dio el gobernador Alfredo Cornejo.

Dejó un mayor espacio para “el rincón de los afectos”, con referencias al legado de sus padres, la presencia de sus hermanos y el reconocimiento a sus hijas.

Agradeció al gobernador y vice salientes (sin mencionar sus nombres) “por la deferencia de este acto” y a los militantes radicales “por la marcha que llevo en el corazón”.

En lo político anunció que la Legislatura mantendrá “una autopista con el Poder Ejecutivo” y permanentes enlaces con el Poder Judicial, las universidades y las ONG para “elevar la calidad del diálogo político”.

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