Venezuela inició ayer una etapa inédita al jurar y asumir sus cargos los diputados electos para el período 2016-21 de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), que por primera vez en 17 años de gobierno chavista cuenta con mayoría opositora.
La histórica jornada transcurrió sin disturbios aunque no estuvo exenta de incidentes, pues diputados opositores afirmaron que fueron agredidos por simpatizantes oficialistas cuando llegaban a la sede parlamentaria y los legisladores chavistas se retiraron de la sesión antes de que terminara.
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) resolvió quedarse con todos los cargos directivos de la Asamblea.
El nuevo presidente -que sucede al capitán Diosdado Cabello, quien de todos modos seguirá en el Parlamento porque fue reelecto como diputado- es Henry Ramos Allup, de 72 años y secretario general del tradicional partido socialdemócrata Acción Democrática (AD).
Las vicepresidencias primera y segunda quedaron, respectivamente, en manos del también socialdemócrata Enrique Márquez, del partido Un Nuevo Tiempo (UNT), y el socialista Simón Calzadilla, líder del Movimiento Progresista de Venezuela (MPV).
En la sesión de instalación juraron sus cargos 109 de los 112 diputados de la MUD y 54 de los 55 del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) chavista, luego de que una comisión especial analizara las credenciales de los 167 legisladores electos.
No lo hicieron los cuatro diputados por el estado Amazonas -tres de la MUD y uno del PSUV-, impedidos provisionalmente de hacerlo por una medida cautelar adoptada por la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). La medida dejó en suspenso el control de dos tercios de la Asamblea (112 diputados sobre 167 totales) que la MUD ganó en las elecciones del 6 de diciembre pasado, según la proclamación oficial del Consejo Nacional Electoral (CNE).
La de dos tercios es la más exigente de las dos mayorías calificadas -la otra es de tres quintos, en ambos casos sobre el total de las bancas- que la Constitución requiere para la sanción de determinados tipos de leyes. Luego de los juramentos de rigor, los miembros de la bancada oficialista se retiraron del recinto en disconformidad con una supuesta “violación flagrante” del reglamento, pues “esta sesión de hoy es de instalación y no estaba previsto ningún derecho de palabra adicional”, explicó Cabello.
Los diputados chavistas reaccionaron de ese modo cuando Ramos Allup le dio la palabra al jefe del bloque de la MUD y coordinador nacional del partido centroderechista Primero Justicia (PJ), Julio Borges. “Se van porque no quieren escuchar las cosas que aquí vamos a decir; tendrán que acostumbrarse, porque en los próximos cinco años habrá libertad de expresarse”, afirmó el nuevo presidente de la Asamblea en su primer discurso tras ser investido.
Ramos Allup reiteró que la MUD decidirá en los próximos seis meses la “salida constitucional, democrática, pacífica y electoral para la cesación de este gobierno”. Explicó que las opciones para ello son el referendo revocatorio del mandato presidencial -que podrá convocarse a partir de mediados de año y bajo ciertos requisitos-, una enmienda constitucional, la renuncia voluntaria del presidente Nicolás Maduro o el establecimiento de una asamblea constituyente.
El líder de AD subrayó que la salida del gobierno y la sanción de una ley de amnistía para liberar a los cerca de 80 opositores presos son “compromisos no transables” de la MUD.
Confianza de Brasil y la Unión Europea
El gobierno de Brasil y el servicio diplomático de la Unión Europea (UE) manifestaron su confianza de que en Venezuela, donde ayer asumió el nuevo parlamento con mayoría opositora por primera vez en 17 años, será respetada la voluntad popular.
La administración de la presidenta Dilma Rousseff afirmó en un comunicado de su cancillería que “confía en que será plenamente respetada la voluntad soberana del pueblo venezolano, expresada en forma libre y democrática en las urnas”.
En tanto, la UE sostuvo en un comunicado de la oficina de su alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, emitido en Bruselas, que la instalación de la nueva Asamblea Nacional (parlamento) es “clave para la democracia en Venezuela”.
Añadió que los nuevos diputados, con mayoría opositora, podrán “comprometerse constructivamente con el debate, el diálogo y, donde sea necesario, en la negociación de consenso, en propuestas sobre los desafíos económicos, sociales y de seguridad de Venezuela”.