Estimado lector, sea tan gentil de retener la siguiente fórmula, porque ella resume lo que el Gobierno piensa sobre la influencia de los medios de comunicación:
-¿Cuál es la diferencia entre un loro y un argentino cualquiera si a ambos los colocan frente a la pantalla de TN?
-Que el loro repite con vuelo.
En 1966, el sociólogo americano Peter Berger y el alemán Thomas Luckmann tuvieron una hija prodigio: la "construcción social de la realidad", una tesis en su momento muy influyente que postula que no existe "la realidad", sino que se fabrica colectivamente.
Para estos autores, existe la socialización primaria y la secundaria. La primaria consiste en que el niño nace dentro de un núcleo familiar que le impone una mirada. La familia mediatiza el mundo para él y el niño "internaliza" los significantes que le son presentados como realidad objetiva. Es entonces que incorpora y acepta roles, se apropia de ellos y empieza a construir su identidad.
Ni Berger ni Luckmann lo dirían de este modo, pero aquí hay algo importante: el niñito no elige sus significantes; se los "enchufan".
(Aguante un párrafo más y va a ver adónde voy, no bufe).
La socialización secundaria es la internalización de "submundos" institucionales: el colegio, la universidad (la universidad de la calle), el club. Son realidades parciales que complementan o bien cuestionan la socialización primaria y también posibilitan la adquisición de nuevos significantes para la construcción de la identidad.
Ahora sí, llegamos. En la entrevista exclusiva que le hizo Canal 7 al juez Eugenio Zaffaroni al día siguiente de que la Corte declarara constitucional la Ley de Medios, el juez dijo que "la cultura no puede dejarse en manos monopólicas. Dejarla en esas manos es un suicidio cultural. La cosmovisión que tenemos nos la van formando los medios masivos. Recordemos a Berger y Luckmann".
Pero resulta que la hija prodigio del norteamericano y del alemán que Zaffaroni alzó a upa y besó en cámara, cumplió ya... ¡47 años! Cuando fue concebida por sus papis no se había inventado la segunda rueda en la historia de la humanidad: internet. Entonces reinaban sobre la faz de la tierra los dinosaurios gigantes pero lentos: los grandes canales, las grandes radios, los grandes periódicos: "enormes socializadores y formadores de significantes, de cultura e identidad", diría la dupla de sociólogos.
Lo que Berger y Luckmann no podían adivinar es que años más tarde irrumpirían mamíferos pequeños pero extremadamente veloces en el mundo de la comunicación: las redes sociales, bichos de sangre caliente y 140 caracteres-pulsaciones por minuto.
Se mueven más rápido y tienen efectos comunicacionales contundentes: en agosto todo el país vio el video tomado de un celular donde policías salteños torturaban y golpeaban a un chico en una comisaría. Como éste hay mil ejemplos. ¿Qué es más potente hoy en día? ¿La televisación o la viralización de un hecho?
¿Quién programa lo que la gente ve en ese televisor privado llamado computadora? El avance de la tecnología y el abaratamiento de los dispositivos de telefonía con video posibilitó que se puedan escuchar "todas las voces". Si el video colgado por una persona de bajísimos recursos es impactante, puede provocar el mismo escándalo que el informe que programó el gerente de un multimedios. Pregunta para el juez: ¿quién democratizó más la palabra? ¿La Ley de Medios o Nokia, Motorola, i-Phone, Samsung y BlackBerry?
La Argentina es el Jurassic Park de las teorías de la comunicación. Aquí Berger y Luckmann viven felices. Nunca les caerá un meteorito.
El Jurassic Park de los medios
Si el video colgado por una persona de bajísimos recursos es impactante, puede provocar el mismo escándalo que el informe que programó el gerente de un multimedios. Pregunta para el juez: ¿quién democratizó más la palabra? ¿La Ley de Medios o Nokia, Motor
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