Reconocida por propios y extraños, la Junta de Estudios Históricos de Mendoza, que hoy cumple 90 años de existencia, es una institución de base para conocer el pasado mendocino y regional.
Tan imprescindible ha sido y es su servicio a la comunidad, que si no existiera o se hubiera interrumpido su labor, no obstante la existencia de otras fuentes de estudio y documentación, seguramente un vacío importante reinaría en la historia de Mendoza.
Presidida por el doctor Jorge Pott-Godoy, la Junta, en su tradicional y patrimonial casona de Montevideo 544, recibirá hoy a asociados, amigos de la entidad e invitados especiales para evocar el año fundacional, 1923 (ver aparte).
En ese entonces, un grupo de estudiosos, inquietos por el conocimiento y difusión de la historia mendocina y de Cuyo en general, como lo fueron Manuel Lugones, Conrado Céspedes, Lucio Funes, presbítero Juan Peralta, Jorge A. Calle, Juan Agustín Moyano, César Gallegos Moyano, Ataliva Herrera y otros, fundaron lo que fue la Junta de Historia de Mendoza. Los objetivos eran propiciar y promover los estudios históricos, organizar conferencias, congresos, publicar documentos y obras antiguas.
El entonces gobernador Carlos W. Lencinas envió un proyecto a la Legislatura, auspiciando la creación de la Junta y ordenando la entrega de un subsidio anual con destino a sostener y mantener la Junta. Este aporte, justo es decirlo, no se recibe de manera regular.
Por variadas circunstancias, la institución se reorganizó en 1934 con el nombre de Junta de Estudios Históricos de Mendoza, integrándose con J. César Raffo de la Reta, Fernando Morales Guiñazú, Julián Barraquero, monseñor Aníbal Verdaguer, Silvestre Peña y Lillo, Felipe Calle y otras personalidades.
La sede ha cobijado conferencias, cursos, presentación de libros, actos académicos y culturales. Otro gran aporte es la edición de la revista de la institución, y hoy se conocerá la número 10-11, años 2011-'12, que contiene trabajos sobre Frank Romero Day, la historia del vino, el Museo Provincial de Bellas Artes y los 450 años de la fundación de Mendoza, entre otros temas de carácter local. Organizó 2 Congresos de Historia de Cuyo, en 1937 y 1961. Previo a la creación de la Universidad Nacional de Cuyo (1939), la Junta fue la institución que más prestigió a Mendoza.
Reflejo de una época
Luego del terremoto que asoló Mendoza en 1861, se comenzó con la reconstrucción de la Nueva Ciudad, llevándose las edificaciones hacia el oeste de la calle San Nicolás (hoy San Martín). En esos nuevos terrenos, Francisco Civit (gobernador entre 1870-1873) adquirió una manzana para construir su vivienda particular, que fue inaugurada en 1873. Fue llamada la "Quinta Civit".
Si por alguna razón desapareciera ese inmueble, se perderían rastros de la arquitectura realizada en la Ciudad Nueva. En diversas oportunidades fueron huéspedes en la propiedad, entre otros, Domingo Faustino Sarmiento, Bartolomé Mitre, Julio A. Roca, Miguel Juárez Celman, Luis y Roque Sáenz Peña, el presidente chileno Pedro Montt; Bernardo de Irigoyen y otras personalidades. Francisco Civit falleció en 1908. Heredada por sus hijos, entre ellos Emilio Civit, también gobernador de Mendoza, se fueron enajenando algunas parcelas.
Vendida en su totalidad al gobierno, se instalaron juzgados provinciales hasta 1959 en que se edificó el Palacio Judicial. A instancias del entonces presidente de la Junta, doctor Edmundo Correas, en la gobernación de Arturo Ueltschi se logró el dictado de la ley 2845/60 que cedió en propiedad la casa a la Junta con el encargo de organizar un museo, que fue inaugurado el 24 de mayo de 1967.
El 12 de noviembre de 1970 el solar fue declarado Monumento Histórico Nacional. La Junta guarda la memoria de la sociedad mendocina. Contiene el Museo del Pasado Cuyano "Dr. Edmundo Correas" (un nombre gravitante e insustituible por sus aportes), con 16 salas de exposición, la Biblioteca "Pedro Molina" con más de 9.000 volúmenes, hemeroteca y archivo documental.
Inmueble único
El mantenimiento estructural del edificio depende del Gobierno nacional, que lamentablemente no se ha ocupado de su conservación y puesta en valor, por lo que tiene varias deficiencias.
En 2008, por iniciativa del hoy presidente Pott Godoy y de la presidenta de entonces, Martha Páramo, se concretó la creación de la Fundación Amigos de la Junta y su Museo (Fundajehm), que se ha propuesto la restauración del edificio. Se ha mejorado sustancialmente la fachada y el patio de entrada con sus columnas de estilo italianizante.
La Municipalidad ha clausurado por razones de seguridad la parte posterior (sur). Esto es delicado, ya que la Junta es visitada diariamente por turistas, delegaciones escolares, estudiantes e investigadores. Fundajehm encaró la construcción de nuevos sanitarios y otros arreglos en el edificio.
Tampoco el Gobierno provincial asumió la responsabilidad de la preservación del valioso inmueble. Alguna ayuda se ha recibido de la Municipalidad de la Ciudad, a cargo de Víctor Fayad,
Los miembros de comisión no ocultan su preocupación porque no pueden afrontar arreglos ni mantenimiento del fondo de la casa, tarea que es urgente a raíz del estado de hundimiento del suelo, entre otros deterioros.
Pott Godoy, titular de la institución, considera que pese a esos inconvenientes, "los mendocinos deben estar orgullosos de la Junta, que es la más antigua y prestigiosa del país", y una de las pocas, sino la única, con sede propia.