Una tormenta de granizo, que precipitó en medio de un fuerte viento, afectó en la madrugada de ayer a zonas rurales de Junín, donde dejó un saldo estimado por el municipio de unas mil hectáreas de cultivos con pérdidas totales y otras 600 hectáreas con daños de hasta el 80 por ciento.
Los distritos más afectados por el temporal, que se desató pasadas las 2.30, fueron Medrano y Rodríguez Peña, donde hubo más de 30 árboles y postes caídos, lo que dejó algunos caminos cerrados hasta media mañana y apagones en algunas zonas que duraron hasta pasado el mediodía.
"Fue una tormenta muy fuerte y yo creo que el mayor daño no lo causó la piedra sino el viento que sopló casi como un huracán", comentó José María Palacio, encargado de la finca de Luis Segundo Correa, donde las pérdidas fueron prácticamente totales en unas 110 hectáreas de cultivos.
La tormenta tuvo unos 10 minutos de intensa furia, cuyos vientos derribaron árboles y postes de la luz, asunto que ocasionó amplios apagones en regiones de Medrano y Rodríguez Peña. Las zonas más afectadas por el temporal fueron las plantaciones de las calles Vila, Varilla Blanca, El Sauce y La Legua, casi en el límite con Maipú.
"Los datos que estamos manejando son que el daño ha sido muy importante en unas mil hectáreas, donde hubo pérdidas prácticamente del cien por ciento", explicó Gustavo Gil, director de Promoción Económica de la comuna, mientras recorría en calle La Legua una de las fincas castigadas por el granizo. El funcionario estimó además que hubo daños inferiores al 80% en, al menos, otras 600 hectáreas de cultivos de ambos distritos.
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El intendente de Junín, Mario Abed, recorrió las zonas afectadas, evaluó los daños y en una pausa comentó: "Ha sido una tormenta destructora, que afectó a una región del departamento en la que hay mayoría de uvas finas. Sin dudas, las pérdidas económicas superan los 20 millones de pesos".
Abed subrayó además la necesidad de curar los cultivos dañados cuanto antes, para evitar que las pérdidas sean aún mayores, y dijo que el municipio tiene alguna reserva de agroquímicos para entregar a los productores y que está tramitando en la Provincia la llegada de nuevos lotes.
Después de la tormenta
El panorama en muchas zonas de Medrano y Rodríguez Peña era ayer muy triste y se multiplicaban a orillas de los caminos los árboles derribados, los alambrados caídos y el tendido eléctrico cortado; al interior de las fincas, los colchones de hojas verdes en los surcos eran una muestra de la ferocidad con que había golpeado la tormenta.
"Mire, hasta la Navidad estaba tan bonito el parral, que daban ganas de pararse a verlo de tan cargado de uvas", comentó doña Elba, sentada en un cantero a la sombra de una higuera, en el ingreso a la casa de la finca de Raúl Sozzi: "En un rato nomás, llega la tormenta que se lo lleva todo. Pero pase, pase y vea el dolor que deja la piedra", agregó.
Doña Elba mira hacia los parrales y dice que fueron diez minutos de viento y granizo: "Para colmo, se cortó la luz. Una tormenta de día, como la que nos tocó hace dos años es muy fiera, pero de noche y con la luz cortada, es mucho peor todavía".