Dice que atrás quedaron los días en los que podía salir a correr. Julio Cobos se hace tiempo entre las maratónicas sesiones del Senado nacional (al momento de esta entrevista se discutía el presupuesto) y un festejo del Día de la Madre en un barrio de Las Heras para conmemorar los 35 años del retorno a la Democracia.
Recuerda como si fuera hoy aquella responsabilidad que sintió cuando en el '83 pudo votar por primera vez, a los 28 años, y habla con admiración del discurso de Alfonsín.
Está convencido de que la madurez institucional mendocina ha ido de la mano de la posibilidad de generar nuevos liderazgos; incluso admite como "error del radicalismo" haber permitido la reelección de Menem.
"Diría que avanzamos en muchas cosas y en otras, no... La dirigencia política, de la cual formo parte, tenemos eso en el debe: no construir la democracia de bienestar, no poder como hizo Chile definir algunas políticas de Estado y mantenerlas", evalúa el quinto gobernador de Mendoza desde 1983 que llegó a la vicepresidencia de la Nación en 2007 como compañero de fórmula de Cristina Fernández.
-Luego del "no positivo", algunos lo tildaron de traidor, otros de pacificador y hubo quienes dijeron que usó el momento para destacar su imagen. ¿Pensó algo así en ese momento?
-Cuando te llevan a esa encrucijada, tenés que tomar una decisión. Y cuando agotaste todas las medidas para corregir eso que sabés que te va a llevar a estrellarte, tenés que asumir los riesgos. Lo que dijeran después me importaba poco y nada, pero sí me preocupaba no eludir la responsabilidad que tenía. Esa responsabilidad era pacificar el país con esa decisión. Después de estos 10 años, lo han reconocido casi todos hasta el propio Pichetto... Siempre digo: hay que darle tiempo a las cosas para que decanten por su propio peso.
Hasta la propia presidenta en un discurso, cuando Lousteau era candidato a diputado, dijo: “El ministro que ahora es candidato me llevó a la banquina, tiró el Gobierno a una banquina”.
-Hay varios registros de la madurez institucional de la provincia que en ocasiones la ha llevado a "pelearse" con la Nación, incluso siendo del mismo signo político…
-Le pasó a Llaver con Los Nihuiles. A mí, me tocó con Kirchner por la promoción industrial ni bien asumí tuvimos que dar esa pelea: decreto 1.095... A veces las relaciones hay que saberlas llevar, tampoco hay que pintarse la cara. Cada uno defiende lo suyo; tiene una responsabilidad sobre eso. Lo mismo le pasa a los gobernadores con los intendentes cuando reclaman…
-¿Cuál es la delgada línea para mantener la autonomía sin perder los beneficios que obtienen las provincias "amigas" del poder nacional?
-Con sensatez, equilibrio, poniéndose firme cuando hay que ponerse firme. Estamos en un país federal donde todavía gran parte del poder está concentrado en el presidente. Se intentó con la reforma de la Constitución, pero quedamos a mitad de camino.
-¿Son incompatibles los intereses personales al ocupar un cargo político con el bien común que promulga la Constitución?
-Depende lo que te haya tocado como antecedente. Yo ejercí en la parte privada, pero cuando ejercí cerré el estudio porque siempre se pueden generar esas dudas. Le ha pasado al propio presidente Macri y a Piñera, que han sido grandes empresarios. Pero han sabido separar lo público y lo privado. Veo que por allí es injusto con algunos dirigentes políticos porque uno también deja muchas oportunidades en la parte privada y después volver no es fácil. A mí me pasó cuando terminé la vicepresidencia. Para lo público hay que tener vocación y no todos la tienen. No todo el que maneja muy bien una empresa puede manejar lo público. O viceversa. Son vocaciones.
-¿Cuándo hizo click y se dio cuenta de que tenía esa vocación por lo público?
-Trabajando el tema de vivienda en la Capital, me di cuenta de mi vocación. He sido gobernador, vicepresidente, decano... pero estuve un año y medio trabajando en la erradicación de asentamientos inestables. La verdad lo que padecí: me acuerdo en el Olivares estábamos con reuniones hasta las doce de la noche; terminábamos de acordar a la medianoche, salía agotado y al otro día a las ocho de la mañana volvían a mi oficina para decirme que no estaban de acuerdo. Allí te das cuenta de que como ingeniero podés hacer una casa o un edificio, pero cuando podés llevar solución a mucha gente te sentís más reconfortado.
-¿Cuáles son los cimientos para construir una democracia que no sucumba ante un terremoto?
-Alfonsín puso los cimientos. Creo que Alfonsín fue el presidente elegido por la historia. Era justo el presidente que necesitaba nuestro país y necesitaba Latinoamérica porque allí se generó el contagio. Si no tenías esa continuidad, esa defensa que hacía Alfonsín, el presidente que relataba el Preámbulo de la Constitución casi como un programa de gobierno.
Él consolidó esos cimientos, esos eran los cimientos que necesitábamos. Por eso decía que faltó construir la democracia del bienestar; porque la democracia tiene que servir para que todos los argentinos estemos mejor, para que no haya diferencias o para que se achiquen las diferencias entre los que más ganan y menos tienen. Eso es desigualdad. Eso está pendiente en nuestro país.
-¿A cuánto estamos de aprobar esa materia?
-Yo no me animo en nuestro país, porque nuestro país se recupera rápidamente... Viste que hay pronósticos: ‘uh, el país va a necesitar 20 años...’ Lo mismo nos pasó con la salida de la convertibilidad y allí no más le encontramos la vuelta. No me animo a un plazo, pero sí puedo decir que es responsabilidad de todos: del sector público, del sector privado. Entre todos tenemos que tirar el carro para el mismo lado.
-¿Quiénes son los responsables de sostener la democracia?
-Todos somos responsables: el maestro, el médico, obviamente el político. Pero también los gremialistas, los sindicalistas tienen que hacer un gran esfuerzo. En ellos, la renovación también sería muy importante.
Uno de los proyectos que he presentado este año es compatibilizar... Vos tenés el derecho a la educación avalado por la Constitución y el derecho a huelga también. ¿Cómo compatibilizamos esos intereses? Tenemos que encontrar la salida a este conflicto de intereses para no perjudicar a los alumnos. Hace falta mucha madurez.
-Los actos de corrupción atentan directamente contra la democracia ¿Es posible la política sin corrupción?
-Sí. Tenemos que acostumbrarnos. Está instalado ese viejo adagio popular “roba, pero hace”, como si no hubiera otra alternativa. Eso hay que descartarlo de cuajo. Por eso, necesitamos independencia de poderes y que se ejerza ese mecanismo de contrapeso que hay de un poder controlando al otro. Los jueces que son corruptos hay que sacarlos, exigirles eficiencia porque también es corrupción cuando la justicia no es rápida ni eficiente.
Con leyes que aseguren transparencia y también con una gran responsabilidad del sector empresarial. Estamos viviendo y transitando un hecho histórico. Por primera vez hay empresarios arrepentidos y empresarios, presos. Esto me parece que va a ayudar a clarificar y a erradicar este tema hacia adelante.
Equilibrio
-Cuando asumió decía "soy de centro más bien corrido un poquito a la izquierda". ¿Dónde se ubica ahora?
-Lo mismo. El Estado tiene que dedicarse a lo que hace al interés general como es la salud, la educación, la seguridad. No un estado que viva entrometiéndose. Tiene que ser poca la intervención, simplificada como con la parte tributaria...
Con esa definición, podés lograr un equilibrio entre lo público y lo privado. Y con organizaciones públicas y privadas como estamos acostumbrados en Mendoza.
Perfil
Nombre y apellido
Julio César Cleto Cobos (63) 3 hijos y 3 nietos.
Profesión
Ingeniero en construcciones e Ingeniero Civil. Fue decano de la UTN Mendoza.
Función pública
Comenzó su camino como subsecretario de Urbanismo y Vivienda de Capital. Luego fue ministro de Obras Públicas (1999-2000) hasta llegar a la gobernación (2003-07) y la vicepresidencia (2007-11). Fue diputado nacional (2013-15) y actualmente es senador nacional.
Los presidentes
Raúl Alfonsín
“El hombre que consolidó la democracia.”
Carlos Menem
“Tuvo la oportunidad de la salida de la inflación con la convertibilidad, pero no indicó el camino de salida.”
Fernando De La Rúa
“Fue el hombre en el que la ciudadanía sembró una gran esperanza, pero no estuvo a la altura de las circunstancias para tomar las decisiones que debió haber tomado.”
Eduardo Duhalde
“Fue el encargado de sacar al país de la convertibilidad y entregar encausada la economía.”
Néstor Kirchner
“Encontró en sus primeros años el camino para que el país tuviera inflación de un dígito. Pero por errores en su política energética y de transporte llevó el país al déficit.”
Cristina Fernández
“Comenzó el gobierno interpretando un gobierno de concertación, pero terminó demostrando que era nada más una propuesta electoral para consolidarse como presidenta y olvidarse de la concertación.”
Mauricio Macri
“Aplicó la teoría del gradualismo, pero para algunas cosas; para otras no. Me parece que se distrajo en los inicios de su gestión, un tiempo valioso para tomar las medidas que recién se están tomando ahora. Hubieran sido duras en su momento, pero ya las hubiéramos llevado adelante.”