Cuestionado por su edad y nivel actual y señalado como uno de los responsables del naufragio en Sudáfrica 2010, Julio Cesar se vistió de héroe en el triunfo de Brasil ante Chile, atajando dos remates en la tanda decisiva que evitaron un “Mineirazo” de “La Roja”.
En un partido muy equilibrado en el estadio de Belo Horizonte, ni Neymar ni Alexis Sánchez, los cracks de cada selección, brillaron todo lo que se esperaba, a pesar de el chileno marcó el gol de su equipo con una gran definición.
En esa olla a presión en que se convirtió el Mineirao repleto con más de 57.000 personas, fue Julio César el hombre providencial de la Seleçao con sus tapadas claves en los penales de Mauricio Pinilla y Alexis Sánchez para el 3-2 de Brasil, tras el 1-1 en los 120 minutos.
Más aún, en el segundo tiempo y cuando Brasil rozó el desastre, el arquero de 34 años del Toronto de Canadá tuvo una atajada increíble a puro reflejo ante una entrada franca de Charles Aránguiz.
“Es un fenómeno, un gigante. En el momento que tiene que aparecer, aparece”, le rindió homenaje Neymar.
“Estoy muy feliz, creo que el pueblo brasileño precisaba esto, yo, nosotros los jugadores también. No ganamos nada pero el partido me da una fuerza mayor”, afirmó de su lado el experimentado arquero con más de 80 partidos internacionales.
Con temple de acero, al final de los 90 minutos y en un medio de un estadio temeroso de lo peor y en silencio, Julio César salió al centro del campo y comenzó arengar a las tribunas para que cantasen.
Pero luego, antes de los penales, el arquero se quebró y comenzó a llorar, en una de esas imágenes mundialistas inolvidables.
Lágrimas y reivindicación
“Nunca escondí que soy emotivo. Varios jugadores se acercaron para darme fuerza, diciéndome cosas bonitas. Sabía que tenía que estar enfocado para decidir nuestro futuro en la Copa del Mundo”, comentó Julio César al final del partido.
La multitud del Mineirao, liberada de una inmensa angustia acumulada tras 120 minutos y unos penales dramáticos, lo despidió coreando su nombre, un premio para este jugador que llegó cuestionado al Mundial por su edad y el hecho de desempeñarse en un club de la modesta liga de fútbol estadounidense MLS.
Sobre esas dudas en cuanto a su capacidad de ocupar el puesto de arquero titular de la Seleçao, respondió que se preparó “psicológicamente muy bien” para este Mundial y agradeció al entrenador Felipe Scolari y el cuerpo técnico por darle “tranquilidad” para hacer su trabajo.
A Julio César, el triunfo en el Mineirao le sirvió de reivindicación ante su gente luego del fracaso en Sudáfrica, donde Brasil quedó eliminado en los cuartos de final al perder 2 a 1 con Holanda.
“Tengo que seguir concentrado para que ese sueño se realice. Salir señalado como el villano es muy difícil. Nada es casualidad”, señaló. Al final, hasta se permitió una broma: “Espero que los otros partidos no se decidan por penales porque todo el mundo va a tener problemas de corazón”, concluyó.