Julieta Cardinali: “Hay que animarse a salir del lugar de confort”

Hoy se estrena en Mendoza “Ataúd Blanco”, una película protagonizada por Julieta Cardinali. En charla con Estilo, narra cómo fue su primera experiencia en el terror.

Julieta Cardinali: “Hay que animarse a salir del lugar de confort”

Virginia (Cardinali) se encuentra viajando por la ruta con su hija Rebeca (Fiorela Duranda), escapando de una situación violenta que prefiere olvidar. Ambas paran en una estación de servicio para tomar algo, comer y descansar un poco.

Pero en un instante, cuando Virginia pierde la atención un momento sobre su hija, ésta desaparece. Ahora esta madre desesperada hará lo imposible para rescatar a su pequeña hija que -se da cuenta- ha sido secuestrada. Comienza una persecución en su coche persiguiendo a sus captores, pero tiene un grave accidente en donde pierde la vida.

Gracias a la utilización de poderes ocultos, tendrá la oportunidad de vivir un día más para intentar salvarla. En su camino enfrentará hechos que le harán conocer que hay cosas aún peores que la muerte. Un juego diabólico donde descubrirá secretos, resurrecciones y rituales satánicos. La película está protagonizada por Eleonora Wexler y Julieta Cardinali.

-Conociste a Daniel de la Vega, el director, cuando participaste en su película Necrofobia (2014). ¿Qué te llevó a hacer terror?

J. Cardinali: -En realidad, en ese largometraje fue un coqueteo con el cine de género. Fueron sólo cuatro días de rodaje y tuve una participación muy chiquita. Cuando me acercaron la posibilidad de hacerla, fue mucho más la curiosidad por ver qué era, cómo se trabajaba en ese lugar, quién era Daniel de la Vega.

Finalmente, veo el resultado final de la película y me di cuenta de que él era un genio. Lo digo desde mi ignorancia en ese momento, ya que no lo conocía y él ya había hecho bastantes films de género. Después, cuando me llamó para que fuera la protagonista de su próxima película, no lo dudé en absoluto. Creo que es un realizador súper talentoso, y por eso que no vacilé en aceptar la propuesta.

-Trabajaste con muchos directores reconocidos, ¿cuál era ese plus que tenía o tal vez se sumaba que incursionabas en un género nuevo?

-Creo que fueron un poco de las dos cosas. Por supuesto que después lo empecé a investigar, comencé a ver su cine, me gustó su manera de filmar, y que sea un director de cine de género era una cosa completamente diferente. Como actriz quería transitar este camino nuevo para actuar.

Y realmente fue una gran experiencia. Lo volvería a hacer porque me encantó. Me animé porque fue Daniel el que me lo proponía y confiaba en su ojo, su estética, su manera de contar, su visión… No es que hice una película de terror con alguien que no conozco y no sé cómo hace las cosas, ya que eso sería mucho más complicado y arriesgado. Para mí, como actriz, era un salto hacia un lugar al que no había ido nunca. Pero no técnico ni estético porque sabía que filmaba bien.

-¿Es verdad que te hicieron ver muchas películas de terror?

-Sí, muchísimas (risas). No recuerdo bien todos sus nombres, pero tanto Daniel como Adrián y Ramiro Bogliano, los guionistas, son unos expertos en el tema. No sé, por ejemplo, si lo googléas al director vas a encontrar su página web, y cuando entrás te recibe un sitio oscuro con un color rojo sangre.

Son fanáticos del género. Me pasaron unos largometrajes espectaculares, que me encantó verlos. En mi adolescencia consumí muchas películas de terror, me gustaba mucho; pero ellos están muy avanzados en la materia. Ven cosas que uno por ahí ni llega a saber que existen.

-¿Fue lindo estar cubierta de sangre?

-Sabía que venía por ese lado. Es lo que te implica ser parte de un proyecto así. Estar embarrada, llena de sangre, toda golpeada... Más que con lo lindo o con lo feo, tiene que ver más con una cuestión de juzgar o no juzgar lo que estás haciendo.

Si me pongo a analizar el texto, no es el film para hacerlo. Es una historia de ficción, totalmente fuera de lo real, así que lo único que podía hacer era ponerme en manos del director y ser una herramienta suya para contar lo que él quisiera.

-En la película te la pasás corriendo, ¿fue muy demandante la parte física?

-Terminé esta película y me sentía como si me hubiese pasado un tren por encima. Nunca en mi vida me cansé tanto como en este largometraje. Fue de un desgaste físico tremendo, realmente. Llegaba a la noche y tenía que tomar ibuprofeno por el dolor de piernas que tenía, como si hubiese hecho una clase de gimnasia fuerte. Sí, la exigencia física fue grande.

-Personificás a una madre que tiene que rescatar a su hija, con casualmente la misma edad que tu hija Charo. ¿Te hizo involucrarte de manera distinta en el papel?

-Específicamente que tenga la misma edad no, a lo mejor sí por el lado de la maternidad. Una, como madre, siempre tiene ese gran miedo de que por distraerte un segundo se te pierda el chico. Y por eso tenés como el ojo entrenado y estás atenta para saber en dónde se están metiendo. Con esto quiero decir que la experiencia de vida te ayuda siempre en el trabajo, en este caso por ser mamá.

-El final es bastante sorprendente...

-A mí me encanta. Me parece de una oscuridad que, aunque sabía que la tenía porque había leído el guión, es muy jugado. Es totalmente amoral y políticamente incorrecto todo lo que sucede al final. Y eso es lo que me parece muy interesante de la película.

-¿Cómo creés que va a tomar el público el film?

-La vi con gente porque hace poco la presentamos en Nueva York en el Horror Film Festival. Había muchas personas conmigo que no sabían nada de la película, y se quedaban con las mandíbulas por el piso. Literalmente.

Es un film provocador que no busca ser correcto, que te cuenta una historia y sos vos el que decide hasta dónde lo podés soportar. En los últimos tiempos hay como una movida en donde los actores y actrices de primer nivel se suman a esta clase de producciones de género. Me encanta. Me fascina que esté ocurriendo eso.

En inglés actuar se dice “play”, que también significa “jugar”, y me parece que tiene que ver con eso. Hay que animarse a salir del lugar de confort y jugar en otros géneros. Si uno se atreve, descubre que es divertido.

-¿Cuáles son tus próximos proyectos?

-Por ahora me tomo dos meses de vacaciones porque me los merezco mucho después de trabajar durante un año entero haciendo de una persona muy mala en Los Ricos no Piden Permiso (risas). Cuando vuelva, en febrero, comienzo los ensayos de una película. No puedo adelantar mucho, pero también va a estar ligada al género. Cuando se cierren todas las negociaciones, recién voy a poder dar más detalles.

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