Era la medida que necesitaba para ratificar todo lo sorprendente que ha realizado por el momento.
Desde inicios de temporada hasta la pasada fecha en Termas de Río Hondo había dominado a gusto y placer en la “escuela” de talentos, llevándose siete de las nueve competencias desarrolladas para llegar a Junín como cómodo líder de un certamen que cada vez está más cerca de lograr de forma anticipada. La estadística indicaba que había derrotado a todos menos al monarca de 2012, con el que llegó a pelear por la corona hasta la penúltima cita del anterior calendario.
Carlos Merlo, aprovechando el receso por el verano en Europa, dejó la Fórmula Renault del Viejo Continente y se sumó para la séptima fecha de ayer en el Eusebio Marcilla. El puntano puso el “1” en su monoplaza amarillo y lo lució como corresponde a lo largo de la final, pero sucumbió ante el piloto más ganador del automovilismo nacional llamado Julián Santero.
El mendocino oriundo de Guaymallén se adjudicó la carrera más entretenida de los últimos tiempos. Haciendo aburridas las anteriores fechas a causa de su abrumador dominio, nuestro crédito manejó como los dioses ante el campeón demostrando el porqué de su amplio liderazgo en el campeonato.
El error que cometió en la largada fue altamente compensado por las fantásticas maniobras que llevó a cabo para recuperar el primer puesto que perdió con Merlo en el arranque de la competencia. A ellos se sumó Manuel Luque, que marchó siempre a la expectativa.
La séptima vuelta fue palo y palo entre los cuyanos. Santero por afuera, Merlo cuidando la cuerda, al límite en cada curva y aceleración plena en las rectas hicieron de las delicias del público. Julián, a bordo del Tito que lo llevó a lograr seis poles, pudo superar la línea del monarca en la recta opuesta pero no pudo ubicarse adelante.
Tres giros después, puso todo en su lugar aventajando a Merlo por afuera, mientras transitaba por el difícil curvón. En la vuelta anterior, Luque había quedado fuera de la batalla cuando aprovechó la pelea entre Merlo y Santero, se arrimó y dejó atrás a nuestro crédito pero su monoplaza sacó la cola y fue al pasto (después de la carrera acusó que Julián lo tocó, pero no realizó reclamo alguno). Finalmente, el único rival de Santero en el certamen concluyó sexto.
Las últimas vueltas fueron un monólogo del ex campeón de Fórmula Plus. Cortado adelante y sin presiones por parte de Merlo, Julián ganó la carrera que más deseaba. Para colmo, se benefició con el despiste de Luque, que no sumó como deseaba. Así, la diferencia de puntos (145,5 contra 81) se estiró mucho más a favor de quien tiene más de medio título en su poder.
