Julián Flamarique: “Las dos victorias son los mejores recuerdos”

El godoicruceño dialogó con Más Deportes sobre varios temas antes de afrontar la novena cita en casa, al mando del Chevrolet Cruze de Clase 3.

Julián Flamarique: “Las dos victorias son los mejores recuerdos”
Julián Flamarique: “Las dos victorias son los mejores recuerdos”

Hizo su ingreso en 2004, cuando las posibilidades de competir en el exterior quedaron truncas. Su aparición fue tan destacada que, con apenas seis fechas en Clase 3, alcanzó su primer triunfo en Pigüé.

A ese éxito se agregó otro más cercano en el tiempo, cuando luchó por el título de 2012 y vio primero la ajedrezada en Alta Gracia. Sumando 103 presentaciones en la clase menor, Julián Flamarique ya es uno de los históricos del Turismo Nacional a sus 31 años de edad.

Este fin de semana, el hombre que lució los colores de Honda, Ford, Citroën, Peugeot y actualmente Chevrolet tendrá el privilegio de competir en su casa. Recorriendo casi todo el país con la categoría más federal del automovilismo nacional, el piloto de Godoy Cruz es la gran esperanza de los mendocinos.

Por eso, antes de colocarse el casco, el hombre que supo ser campeón de Fórmula Súper Renault dialogó con Más Deportes para analizar la novena fecha que tendrá lugar este fin de semana en el autódromo de San Martín.


-¿Cómo vivís los días previos?
-Se viven intensamente. Es lindo estar de vuelta corriendo en casa luego de cuatro años de no competir en Mendoza. Está bueno poder disfrutarlo con acciones promocionales por las calles porque uno se mete de lleno en la carrera.

Aparte, se siente el apoyo y el reconocimiento de mucha gente. Ven el Chevrolet Cruze ploteado como el de carrera y eso llama mucho la atención. Poder correr ante familiares, amigos y auspiciantes en tu tierra es muy lindo.

Pienso que va a ir mucha gente al circuito para acompañarme y espero responder con un buen resultado, después del año difícil que he tenido.

-¿En Mendoza podés recuperar el terreno que has perdido?

-Lamentablemente no es el año del Cruze. Dimos un salto importante en Toay y eso me ilusiona para San Martín. La Pampa era un circuito muy favorable para nosotros y se complicó un poco con la lluvia durante la clasificación, pero la carrera final tuvo buen ritmo porque largué 39° y llegué 14°, así que dimos un salto importante.

Se trabajará mejorando algunas cosas en el motor para San Martín y en el chasis tenemos algunos elementos por probar. Fabián Pisandelli testeó el Cruze días atrás, por lo que podemos dar un salto como para estar entre los ocho primeros.

-Haciendo memoria, ¿qué carrera te quedó en el recuerdo?

-Me quedan las dos victorias en la categoría en 2004 con el Honda y la de 2012 con el Citroën que me posibilitó pelear el campeonato. Esos dos momentos creo que fueron los más importantes dentro de la categoría; también hubo algunas amarguras que siempre se pasan.

En el automovilismo son más las veces que te volvés amargado que las que te venís con champán, más en una categoría como el TN. 
Uno siempre busca ser protagonista, por eso este año no estaba conforme con el rendimiento del Chevrolet pero creo que vengo enderezando un poco la situación y, teniendo en cuenta las características del circuito de San Martín con la larga recta que tenemos y el primer curvón que es muy rápido, pienso que puedo ser protagonista.

-De todos los que manejaste en TN, ¿con qué auto te quedás?

-Sin lugar a dudas que con el Citroën, porque m permitió pelear el campeonato de 2012 muy firme. Haber empezado no tan fuerte en el torneo y terminar como el piloto número 1 con un apoyo total de la gente del equipo fue inolvidable.

Cuando comuniqué que no seguía con ellos veía la amargura que tenían; me hubiera gustado haber continuado en Citroën con el C4, pero lamentablemente no se pudo.

Económicamente era más conveniente ir para otro lado y elegí otro camino. A veces uno se equivoca, otras veces no; se toman decisiones que, en su momento, uno cree que son mejores.

Tal vez hubiera sido bueno hacer otro año más para buscar el campeonato en el equipo de Ignacio Boero, pero se daban otras circunstancias que escapaban a mí, por lo que tuve que cambiar de rumbo y fui a Peugeot.

-Naciste en el karting, diste el salto correcto a los monoplazas y finalmente optaste por los autos con techo. ¿Qué preferís?

-El fórmula. La época de la Súper Renault fue de autos muy difíciles de manejar y andaban muy rápido; era un verdadero auto de carrera. Como se trabajaba arriba del auto y lo que éste acusaba en pista, era totalmente diferente al auto de turismo.

Estos siempre son autos que van mal y, el que menos mal va, es el que gana; no son autos construidos de cero para correr, algo que sí ocurre con un fórmula.

En el monoplaza se trabaja mucho en aerodinamia y en muchos otros elementos que en un auto de turismo no se puede trabajar. Creo que la época en la que me tocó ser campeón en 2001 y haber peleado el campeonato de 2002 fueron temporadas que disfuté al máximo.

-Ahora, ¿pensás de otra manera luego de haber sido papá?

-Pienso que no todo pasa por un auto de carrera. De todas formas, un fin de semana de carreras es exactamente igual; uno se pone el casco o le da marcha al auto y te olvidás de que estás corriendo en Mendoza, en San Juan, en Córdoba o donde sea. Te concentrás en tu trabajo, porque así tiene que ser.

Sinceramente, sigo disfrutando el automovilismo de la misma forma. Busco que, tal vez los últimos años de mi carrera sean de disfrutar la actividad. Desde los cinco años que corro y ahora tengo 31, por lo que llevo 26 temporadas continuas tanto en karting como fórmulas y autos de turismo. Sé que, en la última etapa de mi carrera, debo disfrutar lo que hago.

-¿Ha quedado algo por hacer?

-Creo que las dos cosas que van a quedar pendientes es haber tenido una buena chance a nivel internacional en fórmula, en los años 2002 y 2003 cuando se pudo ir a probar afuera, y la otra es haber estado en una categoría superior en el automovilismo argentino, como un Súper TC 2000.

Pero son cuestiones de carrera. Uno a veces pretende llegar más alto pero se da vuelta y ve todo lo que ha recorrido y hasta dónde ha llegado, que la verdad debe darse por satisfecho.

-Un resultado para Mendoza.

-Me tengo fe que vamos a andar bien. Veremos cómo arrancamos el sábado y el domingo. Después de la competencia, hablamos (risas).

Santero tuvo ofrecimientos pero no corre

Como está ligado a Peugeot en Súper TC 2000, rápidamente se lo relacionó con su incursión en el Vittal G Racing Car para conducir uno de los 308 que está vacante.

Sin embargo, el propio piloto afirmó no haber tenido conversaciones con el equipo de Gustavo Gatti para el capítulo de TN en San Martín. “Conmigo no habló nadie”, lanzó.

Julián Santero aseguró: “Tuve ofrecimientos porque habían dos autos disponibles: un Fiat Línea y un Seat León. Pero como el dinero no está, no voy a correr en el Pena”.

Sobre su futuro en Peugeot, ya que Néstor Girolami y Agustín Canapino fueron confirmados para 2015, dijo: “La idea es seguir. Aparte apareció Víctor Rosso con el proyecto del Ford Focus”.

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