"Me gritaba que me iba a matar a mí y a las mellizas (las niñas que estaban en su vientre, cursando el quinto mes de gestación). Todo el tiempo me celaba; se ponía paranoico y decía que las mellizas no eran de él", dijo ayer Carolina Sesen (38) refiriéndose a su ex pareja, Sebastián Petean Pocoví (35), acusado de apuñalarla y luego, en la huida atropellar y dar muerte a dos policías.
La contundente declaración fue seguido atentamente, desde un concentrado silencio, por los 12 mendocinos que conforman el tribunal popular del primer juicio por jurado que ayer comenzó en los Tribunales provinciales.
Cerca de las 12 de ayer, luego de que las partes terminaran de elegir a los 12 jurados, comenzó este histórico debate que tuvo ciertos ribetes de "película": el tribunal respondiendo el clásico juramento: la fiscalía y la defensa, de pie moviéndose frente al estrado, hablándoles directamente al jurado; el juez Rafael Escot, desde el estrado, objetando preguntas.
Ante este escenario y frente a la declaración de la ingeniera agrónoma Sesen, el guía de montaña Sebastián Petean, optó por el silencio y las lágrimas. Es que sus abogados defensores optaron por no hacerlo declarar y cuando la abogada de la víctima, la querellante oficial Claudia Vélez se refirió a la agresión, Petean bajó la vista y comenzó a secarse las lágrimas.
Resultó muy llamativo que Petean -al momento en que se le solicitaran sus datos personales- dijera ser “soltero, separado, con un hijo”.
De esta forma negó ser padre de las dos mellizas que Sesen llevaba en el vientre en mayo del año pasado, cuando fue atacada. A la luz del debate, el dato no es menor si se tiene en cuenta que Sesen declaró ante el tribunal que la causa de la agresión “fueron sus celos y la sus dudas sobre la paternidad”, algo que el hombre parecería mantener.
"El día anterior (al ataque), en el cumpleaños de mi abuela él se puso celoso por un primo que vive en Buenos Aires y tiene 70 años", explicó la víctima, afirmando que los celos habían comenzado en diciembre de 2016 cuando el hombre, bajo los efectos del alcohol, llegó a la casa y destruyó algunos muebles.
El incidente los llevó a estar separado durante unos 20 días y “volvimos cuando me prometió que iba a ir al psicólogo”, dijo la ingeniera agrónoma, agregando que “después la relación se tornó enfermiza, me seguía, me miraba el teléfono”.
Ayer, también declararon su madre y su abuela y algunos vecinos que la auxiliaron tras el ataque.
La defensa -los abogados Cristian Vaira Leyton, Edgardo Izura y Agustín Magdalena- presentaron como primer testigo a Jésica Pocoví, hermana del acusado.
La mujer dejó traslucir que la relación era conflictiva, que Carolina no se relacionaba con la familia Pocoví, que ella sabía que el guía de montaña consumía habitualmente cocaína y marihuana y que él había visto ciertas conversaciones en el teléfono de ella.
Las suspicacias de la testigo fueron pulverizadas por el fiscal Jefe de Homicidios Fernando Guzzo, que hacia el final de su interrogatorio la dejó sin palabras.
La agresión
Según explicó Carolina, el 25 de mayo del año pasado, luego de almorzar junto a su hijo, a su madre y a su abuela, en la casa de la calle Blas Parera de Gutiérrez, ella le pidió a Petean que se fuera a bañar porque tenía olor a alcohol.
Petean se fue hacia el baño y volvió con un cuchillo de dimensiones importantes -el jurado tuvo oportunidad de verlo cuando el fiscal Fernando Guzzo se los mostró- que usaba en su trabajo de guía de montaña.
En esa arma le aplicó un corte, la mujer cayó y el hombre se le habría tirado encima y la apuñaló dos veces más. En la furia del ataque la perra de Carolina habría querido defenderla y el agresor también atacó al animal.
"Yo gritaba para que viniera mi mamá (que estaba en una vivienda colindante). Yo no recuerdo bien todo. Después vi a mi mamá con un golpe y a mi abuela en el piso", dijo la mujer.
Dos posturas para un solo veredicto
"Ustedes no lo declararán culpables sino que serán instrumentos del juicio. A Petean lo condenarán las pruebas". Con esta frase el fiscal Fernando Guzzo, en su rol de acusador, se refirió al tribunal que deberá inclinarse por dos posiciones que ayer fueron planteadas por la fiscalía y la defensa.
Para la fiscalía Petean debe ser declarado culpable por los delitos: tentativa de femicidio (por apuñalar a Sesen), tentativas de homicidio (por tratar de atropellar a tres policías) y homicidio agravados por la calidad de policía de las víctimas y homicidio criminis causa (por la muerte de los policías Cussi y Ríos (40).
Ayer los propios defensores admitieron que su cliente fue el autor de los hechos pero que los delitos son otros, más leves: lesiones graves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género (a su ex pareja); en relación a los policías se inclinan por un accidente de tránsito: homicidio culposo agravado por conducción imprudente.
Los 16 elegidos
Si bien por ley no se pueden dar conocer los nombres ni los rostros de los integrantes del primer jurado mendocino, sí se informó sobre las edades y las ocupaciones de los 12 elegidos y 4 suplentes.
Las mujeres van desde los 20 años hasta los 72. En cambio, los hombres están más concentrados entre los 43 años y los 49. En cuanto a las profesiones, también son variadas. Hay desde amas de casa, empleados, comerciantes, obreros, profesionales, licenciados, hasta desocupados.
Mujeres: Ama de casa (20 años); Desocupada (21); Estudiante psicología(24); Bioquímica(32); Diseñadora multimedia(30); Empleada doméstica(56); Geógrafa (58); Comerciante (72).
Hombres: Mecánico (24); Empleado (26); Empleado (43); Empleado (43); Obrero (46); Licenciado en Administración (47); Pensionado (48); Empleado público (49).
El segundo será en San Rafael
La próxima semana, del 7 al 10 de mayo, tendrá lugar en San Rafael el primer juicio por jurados en el marco del caso Florencia Peralta, la efectivo policial que fue asesinada en su vivienda el 13 de setiembre de 2016.
La modalidad en la que un grupo de ciudadanos del Sur mendocino, por los tres departamentos que componen la Segunda Circunscripción Provincial del Poder Judicial, debutará en San Rafael en un juicio que tiene a Damián Ortega en el banquillo de los acusados por presuntamente estrangular hasta la muerte a su ex pareja