Tan demorada como corta resultó la audiencia de la víspera programada por la Quinta Cámara del Crimen, donde se está juzgando a Marcelo Araya y Héctor "El Hueso" Morales por el asesinato de Eduardo Exequiel Salas, ocurrida en el barrio La Gloria, en Godoy Cruz.
El debate comenzó pasadas las 10 y terminó minutos antes del mediodía.
Y los dos extremos tuvieron su explicación. El demorado inicio se debió a que en la víspera estaba programada la visita anual de miembros de las cámaras a la cárcel. Y en este caso el juez Rafael Escot, como presidente de la Quinta Cámara, estuvo con algunos internos, de los muchos que se anotan para hacer conocer sus reclamos, especialmente en lo referente a las urgencias para llegar a juicio.
Tras la explicación del juez Gonzalo Guiñazú, el defensor Alejandro Acosta desistió de las escuchas pendientes, a lo que el fiscal Javier Pascua (acompañado por la fiscal especial Claudia Ríos) "adhirió", por lo que el resto de esas pruebas, escuchadas o no, serán incorporadas de oficio.
La continuidad estuvo en la presencia de la oficial de la policía Arbona, una de las responsables de aquella técnica, quien respondió al reclamo fiscal con un "borrador" en la mano y confirmó que una de las escuchas reclamadas, donde supuestamente Marcelo Araya habla con un hombre -presuntamente un abogado- que se identifica con nombre y apellido.
La prueba se encuentra registrada en el CD número 116, llamada número 101, efectuada el 19 de enero de 2010, a las 19 horas 21 minutos 30 segundos.
Esta conversación será escuchada cuando se reanude el debate, previsto para el próximo lunes a las 9.30, "puntualmente", debido a que a esa hora está programado el testimonio de Alberto Bovino, abogado de la UBA y master en Derecho de la Universidad de Columbia, experto en escuchas que trabaja en la Corte Interamericana de Derechos Humanos y vendrá a Mendoza expresamente para este juicio.