Juguetes con historia

Un breve recorrido por la historia de estos simpáticos compañeros demuestra que los juguetes existieron antes de Cristo. Un ranking para nostálgicos.

Juguetes con historia
Juguetes con historia

“Los juguetes son las realidades en el mundo de los niños. La necesidad de jugar -dice Mallart y Cuto-, se manifiesta tan patente y tan fuerte en el niño, que no es posible sofocarla ni con el régimen de vida más restrictivo que se imponga. Los juguetes han sido, primero, cuidadosamente ideados, tratando de que resulten objetos que no sólo entretengan y agraden, sino que también eduquen y enseñen. Son considerados como las herramientas de la personalidad que empieza a desarrollarse”. Con estas palabras se presenta el museo “100 años jugando”, que se encuentra en El Calafate. Allí se recopilan los juguetes que marcaron a los argentinos.

Autitos de metal, soldados de la marca Alni, robots y mucho más esperan al visitante a quien le prometen un viaje a su infancia. Es que en este museo se recopilan esos preciados juguetes que marcaron a generaciones de niños a lo largo y ancho del país. Los mismos artefactos (aunque de diferente material y terminación) que usaron niños tres mil años atrás. En este museo se cuenta que las matracas se encontraron en las tumbas de niños egipcios, que los griegos las construían de marfil y los aborígenes americanos de calabazas.

Que los chupetes mojados en agua azucarada era el plato favorito de los niños, quienes vivieron antes del nacimiento de Jesús, que los barcos pequeños eran el juguete favorito de los fenicios y que hay expediciones arqueológicas que encontraron juguetes elaborados de barro que datan del 1.500 antes de Cristo. Para terminar está la muñeca, un juguete que primero nació como objeto de adoración. Era la Venus y era una diosa, pero los niños adoraron tanto jugar con este objeto que sus padres, siglos atrás, decidieron crear algunas sólo para diversión de los más chicos. El recorrido termina con el soldado de plomo que fue encontrado cerca del río Sena, y que data del Medioevo; y con el caballo de Troya, literalmente, que se vendía en esa zona mucho antes del nacimiento del hijo de Dios.

Así, los juguetes marcaron a civilizaciones enteras, por no decir a la humanidad. Y estimularon el desarrollo de la imaginación, creatividad, personalidad y hasta el conocimiento de los roles dentro de una sociedad. Por algo las niñas juegan con bebotes y los varones con autos. Una realidad que hoy es más permeable pero que siempre se dio. Ahora: ¿cuáles fueron los juguetes que marcaron el siglo pasado? La revista “Time” hizo un relevo y detalló qué objetos marcaron al mundo década por década. Un ranking que promete arrancar alguna que otra sonrisa.

Década del ‘20.

Para comenzar este recorrido hay que mencionar al carrito de metal. Este juguete, que aún hoy se fabrica, fue creado por un inmigrante europeo llamado Antonio Pasin. De este mismo momento histórico es el famoso Yo Yo, objeto que se comenzó a producir en masa en esta década, pero que ya se usaba en la antigua Grecia. Para finalizar está el set de química que, también, se vende aún.

Década del ‘30

. En este momento aparece el ya tradicional Mickey Mouse. Otro objeto que algunos memoriosos pueden recordar es el Circa, esa suerte de cortina con pelotas y adornos que giraba gracias a una cuerda. Lo que trascendió a esta época, y que se convirtió en un clásico de clásicos, fue la pintura para dedos. La pintura para estas ávidas manecillas fue usada en la educación por primera vez en 1931 y desarrollada por la maestra Ruth Faison Shaw.

En 1934 apareció la pistola, que se comenzó a vender de forma masiva; el set con microscopio, la pelota de playa; el rifle y los soldaditos de plástico.

Década del ‘40.

Esta década arranca con un descubrimiento asombroso para los niños. Las burbujas de jabón. Elegidas aún hoy por los chicos, las burbujas son uno de los clásicos que se pueden reproducir en la casa sin gastar un centavo. Los libros de Disney y el resorte de metal también son de este momento histórico. Al igual que la bola mágica y los Lego (que casi no se consiguen en la provincia).

Década del ‘50.

Con los años los juguetes se fueron sofisticando y apareció el queridísimo globo. Fisher Price nació en esta misma década y desarrolló los juguetes de metal, pero mucho más complejos que los que ya se veían en el ‘30. Además, y para sorpresa de varios: el señor cabeza de Papa, tan famoso en “Toy Story”, tiene nada menos que 61 años. Igual pasa con las pelotas de plástico y con los conocidos Match Box. La plastilina es de la misma época, al igual que el frisbee, la Barbie y el muy desagradable vómito falso.

Aquellos adorados ‘60 y ‘70.

La creatividad se puso en marcha en esta época acompañada por los avances tecnológicos. Así, los juguetes “inundaron” el mercado. En 1960, y según el Museo del Juguete de la Argentina, los niños del país jugaban con el reloj, el teléfono, el buzón, Popeye, el Pato Donald, Guffy, Pluto, la caja de ahorros (que fue acorralada pero por los niños), los autos más sofisticados y grandes, las bolitas de vidrio, el Yo Yo profesional, el Topo Gigio en moto y el Batimóvil.

En los ‘70 aparece el set de Coqueterías, los amados personajes de Hijitus (quienes recientemente perdieron a su padre), la alcancía de oso y el personaje de Perón, que responde al momento político que se vivía en esa época.

En el mundo la creación estuvo signada por la fantasía. Así aparecieron personajes como GI Joe, que ahora vuelve al mercado gracias a su película recientemente estrenada. Ken, los Hot Wheels, Playmobil, la casa de Barbie, el cubo mágico, las primeras computadoras y los Star Wars que se impusieron con fuerza.

Cerca del fin de siglo: ‘80 y ‘90. La revolución de los juguetes siguió y apareció My Little Pony, Transformers, Snoopy, las Tortugas Ninjas, Buzz Lightyear, Elmo, Furby y muchísimos más. Estos compañeros de la infancia habían llegado para no marcharse jamás. Figuras de metal, plástico, cartón y goma que acompañaron y acompañan los sueños de los niños. Lejos de la tecnificación del juego y de las computadoras, ellos se impusieron y se quedaron en los hogares. Se trata, sin duda, de la manera más hermosa en la que un niño puede crecer y recordar, para siempre…

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