Lo que se inicia diáfano, inocente y casi como un juego va, con el correr del discurso, transformándose en una perturbadora oscuridad. Así de diestro es el pulso de Jenny Erpenbeck para contarnos, en "La pureza de las palabras" una historia que podría sernos muy próxima: la de un torturador desde la perspectiva de su hija (o de nosotros).
¿Cómo llegó esta joven promesa de las letras alemanas a interesarse en un tema tan 'argentino'? Es una incógnita, pero la respuesta a esa pregunta casi no importa; luego de experimentar el puro placer de sumergirnos en una prosa moderna, precisa, contundente e inquietante.
Erpenbeck nos introduce en ese universo, aparentemente lúdico, que es su literatura desde el mismísimo primer párrafo. El juego es la trampa: una niña, y su devenir de pensamientos asociados, son los que van guiándonos hacia la 'verdad' que se esconde detrás de ese cuidadoso y quirúrgico artificio.
Ella, esa niña, somos nosotros mismos avanzando hacia un nudo de secretos que preferíamos no desenmarañar pero que, inevitablemente, tomará cuerpo. Una novela palpitante, que interpela a nuestro mismísimo centro perceptivo.
El libro
"La pureza de las palabras"
Autora: Jenny Erpenbeck
Editorial: Edhasa.
Páginas: 96. Precio: $150.