No sólo somos todos directores técnicos. Como si eso ya no fuera suficiente ocupación (y preocupación), además jugamos a ser "pitonisos" con cada uno de los partidos, hasta el más rebuscado.
Entre los tantos caprichos y mañas que aparecen cada cuatro años con la llegada del Mundial de fútbol, hay uno que se ha transformado en un clásico entre amigos y compañeros de trabajo: el legendario Prode para adivinar (o predecir) resultados.
El nombre de este juego viene de la unión de las primeras sílabas de las palabras "Pronóstico Deportivo" y tiene toda una historia vinculada a la lotería en el país. Nació en 1971, tras un decreto del entonces presidente Lanusse, y se sorteaba semanalmente con los partidos del torneo local argentino. Los jugadores debían marcar con una cruz si creían que ganaría el equipo A, el B o si habría empate. Luego, en base a los aciertos, se entregaba el premio.
Casi 43 años después, el Prode ha vuelto. No específica ni únicamente en su versión “oficial” de la Lotería, sino también -y con mucho peso- en los pronósticos de miles de personas que ya sea en sus trabajos, con sus amigos, con sus familias o sumándose a alguna promoción especial de una empresa que los invita a participar, buscan demostrar que son los que más saben de fútbol. O los que más suerte tienen. Después de todo, como reza un viejo dicho, “al saber le llaman suerte”.
El paso del tiempo y el avance de la tecnología han permitido perfeccionar las técnicas de confección tanto de los fixtures como de llenado del mismo. Por ejemplo, por medio de páginas y aplicaciones disponibles en la web (o del inoxidable Excel de Microsoft), con sólo marcar un resultado en un partido específico, automáticamente se le suman los goles y los puntos obtenidos a los equipos en la tabla de posiciones. Una vez finalizada la primera ronda, por medio de una fórmula, se completan automáticamente los campos para los partidos de octavos de final. Esto mismo ocurre para los cuartos, la semifinal y la final.
“Con mis compañeros de trabajo organizamos un Prode. Se arregló un valor por planilla presentada de 100 pesos y a cada uno se nos envió un fixture vacío a completar con los resultados anticipados (un documento de Excel). Antes de que empezara el mundial se devolvieron las planillas completas a los organizadores. Además, se entregó el reglamento que explica todo, desde cómo se debe completar el fixture, hasta el puntaje otorgado para cada resultado acertado” contó Javier Alcoba, uno de los tantos fanáticos que ya va por su segundo mundial consecutivo intentando adivinar o acertar los resultados y el campeón.
Si bien el espíritu y el objetivo del juego son siempre los mismos, hay un detalle en el que suele primar el criterio de cada grupo. Éste tiene que ver con la decisión de de entregar un Prode completo antes de que empiece el mundial (que incluya las llaves de octavos, cuarto, semifinal y un vaticinio del campeón) o dividirlo en dos y que con el arranque de la segunda ronda se haga borrón y cuenta nueva.
“Tanto en 2010 como ahora, decidimos hacer un fixture completo: desde la etapa clasificatoria hasta la final incluida. Y si bien tiene la particularidad de que errarle al comienzo arruina todo en adelante, genera mucha más especulación y los partidos se ven con más pasión. Aparte, está el plus de las burlas a cada uno que falló la predicción, así como las particularidades donde uno pone que Uruguay vence a Costa Rica y no se cumple. Pero igual se alegra al enterarse que sucedió lo contrario”, siguió Javier.
“Hace que cada partido sea interesante, ya que uno lo ve con la posibilidad de sacar puntos y eso lleva a que elijas un lado e hinches por alguno de los equipos. También pueden jugar hombres y mujeres ya que, a pesar de que a la mayoría del grupo femenino no le interesa el fútbol, el simple hecho de poder burlarse de un compañero que termine con menos puntos que ella, las motiva”, indicó el joven ingeniero en telecomunicaciones.
Gabriel Guzmán es otro de los que se sumaron a la aventura de jugar al Prode en el trabajo. Y se inscribió en dos.
“A uno lo organiza la empresa y el otro es autoconvocado por nosotros. El de la empresa es sólo Prode desde octavos y usamos una aplicación desarrollada por la empresa misma, con premios sorpresa. El otro Prode es el ‘clandestino’, donde cada uno puso 30 pesos y el premio se divide entre el primero y el segundo. Éste es completo, con fase de grupos también, y suma puntos por resultados y por marcador. No se puede cambiar el pronóstico en segunda ronda”, explicó el joven mendocino quien, como 99,9% de quienes están (estamos) jugándolo en algún formato, maldijo la temprana eliminación de España por el hecho de que le arruinó el Prode.
“Todo el día en el laburo estamos hablando de los partidos. Lo lindo es compartir con la gente, hablar de fútbol y ver las sorpresas que da el mundial, como pasó con España, Uruguay y Portugal. Se hace interesante por el pozo. Además, hace que gente a la que no le interesa mucho el mundial quiera ver los partidos” agregó.
Natalia Cortese es otra mendocina que desde hace varios mundiales está prendida a los Prode. “Me he sumado al que hacen amigos de otro trabajo. Lo que pasa en el Prode es el tema de conversación diario”, contó la joven, al tiempo que agregó que ha jugado siempre con los amigos de la facu, “pero antes era por cervezas”.
Como para dejar más que claro que el fútbol no es una cuestión netamente masculina (de hecho, nunca lo fue), María Julia Sicilia es otra mendocina que se animó junto a un grupo. “Mi marido lo armó con varios amigos y también estoy participando. Pusimos cien pesos cada uno y hay un pozo de 1.500 pesos, pero es sólo para la primera ronda. Se le da un punto al que acierta ‘ganador-perdedor-empate’ y punto extra al que acierta el resultado exacto”, explicó la mujer, quien agregó que para la próxima ronda armarán otro pozo.
“Lo más interesante de todo es que mi hija, que tiene 7 años, también llenó su boleta por su cuenta y sin preguntar nada. Obviamente no pagamos los cien pesos por ella, ¡y lo mal que hicimos! porque iría puntera”, continuó entre risas. El seguimiento de los resultados lo hacen a través de un grupo de Whatsapp.
"Vamos comentando los partidos por ahí y aparecen puteadas varias a cada rato de los que no sacan puntos. ¡Es muy divertido!", cerró.
Nacho Vilapriño también está entre quienes disfrutan casi tanto de armar sus Prode como de los partidos en sí.
“El mundial en sí ha perdido interés, salvo los partidos de Argentina. Pero con el agregado del Prode siempre hay algo que interese. Están las chicanas y las gastadas siempre presentes", contó Vilapriño, quien está jugando uno con sus compañeros de trabajo y otro con sus hermanos. “El de hermanos es un clásico, lo jugamos desde España '82”.
En el primero de ellos han puesto 50 pesos cada uno (son 15 personas) y contabilizan tres puntos por resultado exacto acertado, dos para quienes acierten el ganador y la diferencia de gol entre ambos equipos y apenas uno para quien acierta quien gana y pierda o si hay empate. “Yo le di ganador a Costa Rica, tiene buen equipo. Lo bueno es que te interesan todos los partidos, y gritás y festejás goles que nada que ver", destacó Nacho, quien rearmará el Prode para la segunda fase.