Autos y una abultada suma de dinero se llevaron ladrones de un club social de Lavalle. Las víctimas del atraco dijeron que fueron sorprendidas mientras estaban "tomando algo"; sin embargo, para la Policía estaban jugando a las cartas y haciendo apuestas clandestinas.
Los delincuentes tenían tan bien organizado el golpe que antes de entrar al club se "instalaron" en una casa ubicada enfrente y tomaron como rehén a la familia para espiar los movimientos de los que iban llegando.
"Estaban timbeando y llegaron los ladrones. Lo que pasa es que nadie se anima a decir lo que realmente hacían porque el juego por plata es ilegal", dice un jefe policial en relación a lo ocurrido en las últimas horas del miércoles, día feriado, en el club de La Pega, ubicado sobre ruta 24, en una zona semi rural del departamento de Lavalle.
Los denunciantes ubican el hecho entre las 21 y las 22 horas. Las víctimas son todos varones, vecinos de la zona, que dijeron que estaban "tomando unos tragos" cuando se produjo la irrupción del grupo armado.
Primero entró un ladrón, pero después ingresaron unos cuatro o cinco más, casi todos cargando armas de fuego: llevaban escopetas y revólveres de calibre elevado.
Adentro del club había unos 16 hombres que fueron obligados a tirarse al piso y luego a entregar sus pertenencias. La mayoría denunció que le robaron entre 4 mil y 7 mil pesos, todos en billetes de 50 y de 100.
Además, los ladrones les sacaron sus celulares y documentación personal y a tres de ellos les robaron los vehículos que habían dejado estacionados en la puerta: un Astra, un Peugeot 206 y un Ford Fiesta Max.
El dueño del Astra, un comerciante de 35 años, denunció que adentro del vehículo tenía 70 mil pesos. Eso, sumados a unos 40 mil que se llevaron del club, les dejó a los ladrones una suma de casi 110 mil pesos en los bolsillos.
Ladrones de palabra
Los asaltantes tenían datos certeros de que durante la noche del feriado patrio se armaría "la timba" en el club. Por eso, tres sujetos fueron hasta una casa ubicada bien enfrente del lugar y tomaron como rehén a la familia. "Les prometieron que no les harían nada, que solo se quedarían en ese lugar por un tiempo determinado para vigilar los movimientos del club".
Y así fue: lo único que hicieron fue mirar a través de una ventana y esperar el momento de dar el golpe. De hecho, primero mandaron a un chico al club a preguntar si vendían cigarrillos (cosa que extrañó a quienes lo vieron entrar) y luego, entraron ellos.
"Estaban tranquilos. No hubo ningún disparo, pese a que iban armados casi todos, y tampoco nadie salió lastimado. Fue un golpe rápido, se llevaron el dinero y los autos y se fueron.
De hecho, les prometieron devolverles los vehículos a sus dueños ya que solo querían usarlos para escapar", agregó una fuente policial. Y así fue: el 206 y el Fiesta aparecieron en Los Corralitos ayer por la tarde, mientras que el Astra había sido encontrado horas antes en una finca de Lavalle, aunque completamente quemado.
¿Apostaban plata?
Todos los presentes dijeron que habían llegado al club para tomar unos tragos. Cuando declararon algunos dijeron que ya se estaban yendo y otros que recién llegaban.
Para los investigadores está claro: las víctimas bien podían estar tomando algo pero no era ese el motivo de "la juntada". "Estaban jugando a las cartas pero nadie dice nada porque apostaban plata, y eso es ilegal", dijeron las fuentes consultadas por Los Andes.
Según contaron, esa es una práctica común en el club, por lo que los ladrones no llegaron de casualidad a llevarse billeteras con poco dinero, sino que sabían que iban por un botín importante.
Por el momento no hay detenidos ya que los asaltantes iban con sus rostros encapuchados y no dejaron huellas en la escena.
