Un matrimonio fue condenado hoy a 22 años de prisión en la ciudad de Rosario por matar a tiros en 2016 a un adolescente que jugaba a las bolitas con un amigo en su casa y al que presuntamente confundieron con otro al que querían atacar, informaron fuentes judiciales.
Carolina Gordillo (31) y Gonzalo Guzmán (32) fueron condenados a esa pena por el delito de "homicidio agravado por el uso de armas" en perjuicio de Fabricio Nahuel Fernández, ocurrido el 9 de abril del 2016 en Rosario.
De acuerdo al veredicto que se conoció hoy, los jueces José Luis Suárez, Juan Carlos Curto y Rafael Coria consideraron que el crimen fue cometido alrededor de las 17.30 de ese día en Garibaldi al 200, en el barrio Tablada de Rosario.
La fiscal del caso, Marisol Fabro, acusó al matrimonio de matar a tiros a Fernández, un chico que atajaba en el club Sarmiento de Rosario y que al día siguiente iba a cumplir su sueño de debutar en primera, según relataron sus padres.
Carolina Guzmán se encontraba circulando con su vehículo cuando divisa a Fabricio Nahuel Fernández, desciende de su automóvil portando un arma de fuego, pistola calibre 380, y luego de increparlo le dispara al menos dos disparos a la víctima, señaló la fiscal.
De acuerdo al relato de los testigos, Fabricio se había cruzado a la casa de un amigo de15 años a jugar a las bolitas, tras avisarle a su padre, que unos minutos después escuchó las detonaciones desde el interior de su vivienda.
¿Así que vos sos el que le gusta tirar tiros?, le habría dicho la mujer al chico, quien alcanzó a responderle que se trataba de una confusión y que él era Fabri.
La Fiscalía señaló durante el juicio que, tras los dos disparos que la mujer le tiró a Fernández en las piernas su marido salió desde un pasillo de la misma cuadra también con una pistola 380 en la mano.
Así que lo encontraste, señalaron los testigos que dijo Guzmán, antes de propinarle cinco disparos al adolescente que estaba herido en la vereda.
Fernández fue trasladado primero al hospital de la zona y luego al de Emergencias, y falleció antes de las 22 de ese día como consecuencia de las hemorragias que les causaron los siete disparos.
Los atacantes se subieron al auto, donde había dos niñas menores y otra mujer, y escaparon del lugar.
Gordillo fue detenida en mayo de 2017 en una maternidad pública de Rosario cuando fue a realizarse un control, mientras que su marido fue arrestado en junio de ese año.
Voceros del caso recordaron que al allanar dos domicilios de la zona sur tras las detenciones, la Policía secuestró ocho celulares y drogas.
Una hipótesis que se barajó durante la investigación fue que los atacantes buscaban a un hermano mayor de Fabricio, por un presunto ataque de un grupo de jóvenes al matrimonio.
Lo cierto es que en el juicio no quedó clara la motivación del crimen, aunque sí que el adolescente fue asesinado por error, ya que los agresores buscaban a otra persona.