La jueza de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Elena Highton de Nolasco, advirtió que para frenar la violencia contra las mujeres “hay que hacer más y más en todo el país” y exhortó a las víctimas a no tener “vergüenza” y denunciar inmediatamente los ataques porque “no hay que perdonar el primer golpe”.
La magistrada, que preside la Oficina de Violencia Doméstica (OVD), sostuvo que esa dependencia tiene “cada vez más público, cada vez más clientes porque, por suerte, está concientizándose la gente” de la necesidad de pedir ayuda ante el maltrato extremo.
“Nunca hay que tener la ilusión de que esto va a terminar. El que empieza violento -y uno lo perdona y cree que esto quedó superado- al rato protagonizará otro episodio. Son ciclos enfermizos y va in crescendo esa violencia. No hay que perdonar el primer golpe”, recomendó.
En declaraciones a radio Mitre, Highton instó a las víctimas de estas situaciones a acudir en busca de auxilio a la OVD, que desde setiembre de 2008 funciona en Lavalle 1250, en la ciudad de Buenos Aires, de manera ininterrumpida las 24 horas todos los días del año, inclusive fines de semana y feriados. La jueza pidió acercarse a otras dependencias que, con el mismo fin, funcionan en distintas provincias.
“No hay que esperar a tener tanto miedo; con un poquito ya está. Con un solo golpe hay que ir a denunciar; no hay que esperar que esto mejore. Cada vez es peor”, alertó.
La magistrada sostuvo que la lucha contra la violencia física y psicológica que, en casos extremos deriva en los femicidios, “es una tarea que hay que hacer más y más en todo el país”.
"Femicidio es una palabra nueva, que está divulgada cada vez más. Pero cuando más se divulgue" es porque hay "concientización" del problema.
Highton explicó que si bien los varones también son víctimas de golpes, en el marco de una pareja "ese porcentaje es mínimo, un 8%", respecto de la inmensa mayoría de casos que involucran a mujeres y niños.
“La violencia en el mundo ha entrado en virulencia. El mundo está cada vez más violento; la violencia no hay duda que crece y esto también se refleja en la violencia doméstica”, razonó.
La jueza del alto tribunal de Justicia reflexionó que en los últimos tiempos “se está superando” el temor o timidez de las mujeres en denunciar esos padecimientos. “Nadie tiene que tener vergüenza de que le están pegando, que la están acosando, que están teniendo violencia contra ella; la vergüenza la tiene que tener el golpeador”, aseguró.
La jueza puntualizó que, según las estadísticas que maneja la oficina a su cargo, entre 30 y 40 años tiene el grueso de las mujeres que son víctimas de maltrato, principalmente proveniente de la pareja, “aunque también de otros familiares”.
La magistrada expresó que si bien las víctimas de violencia son personas “vulnerables, no es cierto que ocurra en las clases bajas. No se puede creer que (víctima y victimario) es gente marginal”, finalizó.