A sus 42 años y después de títulos como “El nido vacío” (2008), “La suerte en tus manos” (2012) o “El misterio de la felicidad” (2014), el director Daniel Burman decidió volver a sus orígenes con una historia sobre la comunidad judía porteña que ya había retratado en sus primeros films como “Esperando al Mesías” (2000), “El abrazo partido” (2003) o “Derecho de familia” (2005).
“El rey del Once”, que se estrena aquí y también inaugurará esta noche la Sección Panorama del 66° Festival Internacional de Cine de Berlín, marca el regreso de Burman al universo que más conoce y sabe retratar, como es la vida de la colectividad judía del barrio porteño de Once, las problemáticas relaciones entre un padre y su hijo, los vínculos familiares y la dinámica febril de esa zona comercial.
Se trata de una comedia sutil y humana que sigue el viaje de transformación de Ariel (Alan Sabbagh), un joven judío argentino que tiene un exitoso presente como economista en Nueva York y regresa a Buenos Aires convocado por su padre, Usher, que lo va involucrando -sin que lo note- en el ritmo alocado de la fundación que él dirige, dedicada a la ayuda solidaria de la comunidad judía y de otra gente en la zona de Once.
Envuelto en la vorágine y el caos que implican cumplir los compromisos que esa fundación y su padre le imponen para ayudar a los demás (pagar deudas, catalogar donaciones, conseguir dinero, buscar alimentos, conseguir medicamentos, hacer la comida y un grandísimo etcétera), Ariel se va reencontrando con su infancia, sus querencias y los valores humanos de una cultura tan rica como milenaria.