Con un apoyo del 98% de los trabajadores que asistieron a las asambleas de las cuatro circunscripciones que hay en la provincia, los empleados del Poder Judicial aceptaron la propuesta del Gobierno de un 25% de incremento salarial sobre el básico, en un solo pago y retroactivo a marzo, además de otras concesiones.
De esa manera, los representantes del Ejecutivo, que se mostraron satisfechos, hoy cerrarán formalmente el pacto con el gremio y darán por finalizada una negociación más, que se suma a la del SUTE, mientras espera lo que decidan los agentes de la administración central (ver aparte) y mantiene como único punto de conflicto al sector de la Salud.
La propuesta finalmente aceptada por los empleados de la Justicia, además del 25% sobre la asignación de clase, implica un mejoramiento cercano al 20% en el código 2739, un adicional que no se modificaba desde 2005.
"Es una oferta razonable y nos mantenemos dentro de los términos que nos habíamos propuesto", resaltó el paritario oficial, Mauricio Guzmán.
Por su lado Carlos Ordóñez, titular del gremio, consideró razonable la oferta desde lo cuantitativo pero añadió que también son atractivos los puntos "cualitativos" del acuerdo que hoy sellarán en la Subsecretaría de Trabajo.
En tal sentido, detalló que entre los compromisos asumidos por el Gobierno hay una cláusula que garantiza que si el aumento que se otorga eventualmente a los magistrados está por encima de lo acordado con los trabajadores, en una comparación anual, se revisarán y acomodarán sus salarios, tarea que se llevará a cabo "en los primeros tres meses" de 2014.
Otro punto acordado es la eliminación del ítem de pérdida del presentismo por estudio. También lograron la duplicación del régimen de licencias, en días, para los enfermos.
"Esas medidas permiten calificar el acuerdo de aceptable", reconoció Ordóñez, quien de todos modos indicó que seguirán trabajando en el reescalafonamiento de los funcionarios de informática y de profesionales no abogados.
También señaló que el gremio seguirá luchando "por un régimen horario único de seis horas" y "por la porcentualidad salarial", en base a una escala que relacione los ingresos de los jueces con los de los empleados.
Mejor acuerdo que el docente
Llamó la atención la rapidez de aceptación y la escasa conflictividad con que el sector judicial afrontó esta paritaria, muy lejos del "Jaque miente" de años atrás o del "Paco deudor" de 2012.
Con respecto a la velocidad de aprobación, Ordóñez aclaró que "se viene discutiendo desde febrero" y que "se había comenzado con un 19% en dos pagos y se llegó a este acuerdo".
Sin embargo hay que recordar que la paritaria de este sector históricamente ha sido de difícil resolución y que incluso el año pasado mantuvo una serie de paros que recién finalizó a fines de julio.
"En 2012, el Gobierno faltó al compromiso paritario y hasta hubo un decreto", indicó el gremialista, marcando la diferencia con lo ocurrido este año.
Pero no es menos cierto que, más allá de la cifra acordada, en los pasillos del Palacio de Justicia hay caras de satisfacción porque, si bien nadie dice nada, para algunos el arreglo alcanzado es mejor al obtenido por los maestros.
Es que si se considera la mejora del 25% del bruto, junto a los acuerdos parciales por códigos, el impacto en el bolsillo de los trabajadores se acerca al 29% de suba para el sueldo "de bolsillo".