Judi Dench es una de las actrices británicas más reconocidas. Comenzó su carrera en teatro en 1951 -con tan solo 17 años- en la obra Hamlet, encarnando a Ofelia. En 1959 le llegó su oportunidad en televisión protagonizando la serie Hilda Lessways, y llegaría al cine en 1964 con la película “La Verdad Oculta” (The Third Secret). A lo largo de su extensa carrera se hizo acreedora a varios premios: Oscar, Globo de Oro, Tony y BAFTA, entre otros. En 1988, en reconocimiento a su trayectoria, la Reina Isabel II le otorgó el título de Dama del Imperio Británico. Este año cumple 81 y acaba de completar la película “Tulip Fever” (2015), está filmando “Miss Peregrine's Home for Peculiars” (2016), de Tim Burton; y “Schadenfreude” (2016). Un ejemplo de talento y energía.
Cuando se le solicitó a Judi Dench repetir su papel de Evelyn Greenslade, la mujer inglesa recién enviudada quien encuentra una nueva vida y quizás un nuevo amor para sí misma entre los agitados colores y sonidos de la India, ella quedó sorprendida y también complacida.
Este no es el tipo de material que uno se imagina que va a ser requerida para re-interpretar”, confesó Dench, que, curiosamente, es una de las dos damas-actrices de Gran Bretaña junto a Maggie Smith, su gran amiga y co-estrella del film.
La película es la segunda parte del film de 2012 que obtuvo ingresos por más de $138 millones de dólares a nivel mundial: un logro extraordinario para una historia acerca de personas mayores y que no depende de efectos especiales, explosiones y los acostumbrados componentes de muchas franquicias de cine. “A uno le gustaría pensar que hay una audiencia para una película como la nuestra”, afirma Dench en una mañana mientras habla sobre el té en la esquina de la biblioteca en el primer piso de un céntrico hotel en Londres, “pero tal parece que es así”. Pero la actriz siempre repitió el mantra acerca de preferir papeles que siempre son cambiantes, distintos y enfáticamente desiguales. ¿Qué pasó con eso? La actriz responde: “Supongo que se puede decir que estos dos papeles son los mismos pero siento que hay una diferencia y quizás hay ahora más en juego pues todos somos un poco más viejos. Todo el hecho de que volvamos a estar juntos es algo que no esperábamos y el guión cinematográfico sí lleva a la historia hacia adelante.”
En principio, Evelyn tiene que decidir lo que hará con relación a sus afectos por Douglas Ainslie, el compañero en retiro interpretado por Bill Nighy cuya esposa (Penelope Wilton) muy convenientemente tomó su propio camino. “Creo que lo que Evelyn ha aprendido es que la esposa de Bill no va a regresar”, dice Dench mientras sonríe, “así que eso es bueno”. En cuanto a si su personaje y Douglas terminarán en una relación a largo plazo, la actriz no está preparada para especular: “¿Quién sabe? Lo que sucede con la vida es que uno nunca sabe. Quizás necesitemos una tercera película para que nos cuente precisamente eso”.
Habiendo cumplido los 80 años en diciembre -a ella y a Smith las separa 19 días de edad, un hecho que es mencionado al pasar en el guión de Ol Parker- Dench habla de su nueva película, y la reunión con viejos colegas que también son amistades de toda la vida. “Eso es lo que pasa cuando has estado en esto tanto como yo”, la actriz dice con un guiño mientras va recitando la historia que comparte con virtualmente todas sus co-estrellas de turno. “Y desde luego, encabezando la lista está el querido John”, se refiere al director John Madden con quien trabajó previamente en “Su majestad, Sra. Brown” (Mrs Brown, 1997) y “Shakespeare Apasionado” (Shakespeare in Love, 1998). Fue nominada para un Oscar en su primera película y ganó el trofeo en la segunda por una aparición inimitable de ocho minutos en la pantalla como Isabel I (habiendo interpretado a la Reina Victoria un año antes). “Dije en el momento de filmar “Shakespeare Apasionado” que gustosamente actuaría parada en un portal con tal de tener la oportunidad de hacer una película con John, y lo dije en serio”.
¿Qué piensa ella del motor narrativo en ambas películas que tiene que ver con empezar de nuevo en un momento de la vida en que la mayor parte de la gente prefiere ya descansar? ¿Alguna vez ella abandonaría el hogar que se ha forjado en Surrey, que incluye a su hija Finty y su nieto de 17 años, Sammy, y una siempre variable colección de animales (“mi zoológico” como ella misma los llama)? “No creo que alguna vez quemara todos mis puentes de la manera en que lo hace Evelyn, pero yo soy privilegiada en el sentido que no tengo que hacer eso. Estoy en una profesión en la cual puedo ir a la India durante ocho semanas y también a Stratford-upon-Avon o a Bélgica o Irlanda o dónde sea”.
La actriz es filosófica acerca de los temas que surgen conforme avanzan los años, pero aún posee la natural elegancia y belleza -esa “mezcla de ingenio y sexo”- de acuerdo con el celebrado resumen que hizo de ella el director de teatro Sir Peter Hall, que la distingue de otras actrices de cualquier edad.
Tampoco reconoce siempre la figura con la que la describen los medios, por ejemplo cuando hablan sobre el tema de haber sido eliminada como la Sra. M en la saga de películas de 007. “Leí el otro día que dijeron que me fui a casa y lloré y que simplemente no lo podía creer”. Lo que en realidad pasó fue que el director Sam Mendes y la productora Barbara Broccoli le dieron la noticia durante un alegre almuerzo en el restaurant Wolseley en Piccadilly. “Hice siete películas de Bond a lo largo de 17 años, ¿quién tiene la oportunidad de hacer eso? Así que, de hecho, ya había empezado a pensar que esto podría pasar. Y no, no corrí al baño llorando. Creo que MI6 ya la habría eliminado de cualquier manera, pues al parecer he notado que ahí no dura mucho la gente de cualquier manera”.
En cuanto a lo que hay por delante, Dench habla emocionada acerca de interpretar a la Duquesa de York a lado de Benedict Cumberbatch, protagonizando a Ricardo III, en una versión para la televisión de la obra de Shakespeare que acaba de completar llamada The Hollow Crown. “Ben es un actor muy bueno e interesante”, y mantiene la cualidad de sorpresa que tuvo sus baterías cargadas hasta ese punto. “Eso siempre ha sido lo importante para mí, las cosas que son diferentes o que se sienten distintas y van impulsando la historia. No me gusta que se asuma que en cierto momento de la vida uno se tiene que detener… ¿Por qué lo habría de hacer? ¿Quién lo dice? Por tanto tiempo como pueda, tengo la intención de seguir adelante”.