La nieta de Mirtha Legrand no la pega una. Desde que se separó de su esposo Gonzalo Valenzuela viene trastabillando con los hombres que ni te cuento. Pero ella no da el brazo a torcer: le gustan los hombres y va a por ellos. Es que es joven, linda, muy cheta y... ¿por qué no?
Entonces, en ese plan, estuvo en arrumacos con el hermano de otra chetaza atómica: María Vázquez. El pibe es un cool a todo dar, tanto que hasta juega al polo y se llama Diógenes (tomá pa’vos, que no pasás de Carlitos o Jorge: así te los elige ella, exclusivos en todo).
La cosa es que Juana Viale salió un rato con Diógenes, pero el varón se alejó porque ella es “intensa” (???). Eso también fue por un rato porque ahora, nuevamente, decidió darle chances a la relación (un polista llamado Diógenes no se encuentra todos los días, che). Y allá se fue, a Río de Janeiro (Miami es una grasada) a pasar unos días de amor y playa.
Pero las rosas se han puesto mustias en la casa de Juanita porque su ex, Gonzalo Valenzuela, está peleando por la tenencia del hijo que comparten: Silvestre. De hecho el nene está viviendo con su papá.
Tan grave es el enfrentamiento -a punto de llegar a lo legal- que Valenzuela y Viale ya ni siquiera pueden hablar por teléfono en buenos términos.
“Hubo una fuerte discusión porque él quiere que su hijo Silvestre haga el colegio en Chile en 2016 y ella que regrese a Argentina”, explicaron los chimenteros de “Infama”. La ex pareja tiene la patria potestad compartida y arreglaron, hasta ahora, que el nene viva en Chile y visite a su madre y hermanos en Argentina durante sus vacaciones.
