Tiene el raro privilegio de ser una de las habitantes más longevas de Godoy Cruz. Sin embargo, el domingo a la tarde, Juana Poggi viuda de Vitale, estaba un poco cansada por tanto ajetreo.
Es que su casa de la calle Decourgez 146, a pocas cuadras de la plaza departamental, se había llenado con sus hijos, nietos, bisnietos, sobrinos y cuñados para festejar nada menos que sus 101 años.
Juana nació un 26 de enero de 1913, y 14 años más tarde se casó con un muchacho que le hacía la corte, Felipe Vitale, 11 años mayor que ella.
Fue todo un ir y venir de trámites y reuniones familiares para autorizar su enlace con el mozo, que por entonces trabajaba de jornalero en la histórica bodega de Antonio Tomba.
El casamiento se autorizó finalmente y los Vitale-Poggi pasaron a residir en la casa de la calle Decourgez, construida a pulmón por el jefe del hogar.
Tuvieron seis hijos, de los cuales sólo tres están con vida: Felipe (84), Juana (78) y Ana María (63).
En la fiesta dominguera se reunieron alrededor de 50 parientes, entre ellos su hermano, Ceferino Poggi, de 92 lúcidos años.
En la bulliciosa reunión de la tarde familiar también dieron su presente la mayoría de los 13 nietos, 20 bisnietos y 4 tataranietos, quienes acreditan el privilegio de integrar una familia súper numerosa, iniciada en el siglo pasado por la unión de Juana y Felipe, que se consumó en 1927.
Juana está bastante bien de salud, con algunos achaques propios del siglo de vida y oye poco, pero no pierde el buen humor. En un momento de la tierna reunión por el cumpleaños, como había tanta alegría, risas y desorden en el encuentro, se le escapó un "ustedes están todos locos", en atención al generalizado estado de ánimo por el acontecimiento.
La homenajeada es muy católica, y buena parte de su existencia transcurrió muy cerca de la iglesia cabecera del departamento godoicruceño, San Vicente Ferrer. "Desde muy chica empezó a ir al templo, cuando era monaguillo Santos Totera", contó Sonia, una de sus nietas.
Una especialista en empanadas y tallarines
"Siempre fui ama de casa, dedicada a la crianza de mis hijos, y me casé con el consentimiento de mi madre Dionisia, cuando vivíamos en la calle Piedras, de Chacras de Coria", dijo en un momento en que la mayoría de los asistentes hizo silencio para que se expresara.
Con su esposo Felipe estuvo casada por 60 años, hasta que él falleció en 1988.
Uno de los nietos de la centenaria mujer, el médico cardiólogo Juan Pablo Montes, hizo el árbol genealógico de la familia, que se exhibe como una reliquia en la casa de la venerable dama.
Cocinera esmerada, los nietos señalaron que sus empanadas y tallarines eran "cosa seria y nadie se los quería perder" cuando preparaba esos platos.
Si todo sigue bien y la programación llega a buen puerto, en marzo próximo se planea una reunión multitudinaria de los Poggi-Vitale. Se espera contar con 150 integrantes de ese clan, y por supuesto Juana será la figura central de la convocatoria.