Debe ser difícil llevar la cuenta de la cantidad de entrevistas en las que Juana Molina tenía que responder sobre su regreso a la televisión. La respuesta era siempre la misma, con ligeras variaciones pero con el mismo concepto de fondo, que podría resumirse en que la TV le había ofrecido un trampolín financiero para poder desarrollar su carrera en la música, el interés número uno en su vida. Por eso ahora se dedicaba de lleno a grabar discos y tocar en vivo y no, por ejemplo, a pensar en una remake de Juana y sus hermanas, el programa de sketchs de humor absurdo que la tuvo como protagonista (estuvo al aire desde 1991 hasta 1994).
Sin embargo, lo impensado sucedió hace algunos días. Juana Molina es el rostro de la nueva campaña de la empresa Claro. Para ser más precisos, son cuatro de sus personajes los que protagonizan unos cortos que ya se viralizaron por Internet: Flor de Li, Marcela Balsam, Gladys y Roxana. Cada una con sus tics particulares, hablan de las bondades de determinado plan para teléfonos celulares.
"Cuando llegó la propuesta, me tenté enseguida", declaró Molina en un comunicado de prensa que difundió la compañía. "Me pareció una buena manera de volver con los personajes, sin el compromiso de tener que hacer un programa de televisión que me demandaría muchas horas cada semana y me alejaría de la música. Lo mejor fue que los personajes volvieron con total naturalidad, como si nunca hubiera dejado de hacerlos. Me divertí haciéndolos nuevamente", agregó.
"Hay mucho material grabado, por lo que durante varios meses veremos a Juana con sus personajes", adelanta María Paz del Río, gerente de comunicaciones de la empresa de telefonía.
Cuando la empresa la convocó, Molina aceptó la propuesta pero bajo la condición de estar involucrada en la producción de las publicidades.
Volver al pasado
Este revival de las "hermanas" de la actriz se produce en un momento propicio, un período en el que lo retro funciona como un mecanismo aceitado dentro de la industria cultural, porque genera empatía (ese sabor nostálgico para los que vivieron la época) y también cierto aura cool (que una marca de ropa deportiva haya lanzado una línea inspirada en Star Wars es una señal bastante clara).
El anterior no es un caso aislado. Para promocionar la última temporada de verano en la Costa argentina, Provincia de Buenos Aires, ideó la campaña "Vamos a la playa", que protagonizaron Emilio Disi y una figura internacional, David Hasselhoff. Cada uno interpretó a un personaje clásico dentro de su repertorio: mientras Disi representaba al playero chanta de Los bañeros más locos del mundo, Hasselhoff se probaba una vez más el traje de Mitch Buchannan, el socorrista de Baywatch, símbolo de la televisión de los '90. Además, el actor llegaba a la playa nacional a bordo del famoso KITT, el automóvil de El Auto Fantástico, otra serie emblemática (de los '80 esta vez) que lo tuvo en el protagónico.
Y si hablamos de autos reconocidos, también deberíamos traer a la memoria una de las últimas campañas de Garbarino, que consistió en llevar a diferentes puntos del país una réplica del Delorean, la máquina del tiempo de Volver al Futuro, una de las sagas cinematográficas más populares de la historia. Más allá del gesto fetiche, para los anuncios televisivos la firma apostó fuerte: convocó al actor Christopher Lloyd, el entrañable Doc Emmet Brown de las películas.
Para Marcelo Maurizio, director general de la agencia Mate, esta clase de publicidades apelan a un costado emocional y eso genera vínculos rápidos con el receptor.