La música de Juana Molina fue difícil de encasillar en sus comienzos y, aunque poco le importen las etiquetas, ya dejó ese espacio incómodo que le brindaba la escena nacional. Después de casi 20 años de carrera, la artista es un sello indiscutible en la música indie que goza de gran proyección internacional.
Luego de una gira por Japón, la compositora, cantante y actriz regresa a Mendoza para deslizar esta noche algunas de sus composiciones más conocidas y los temas de su reciente disco “Wed 21”, editado en 2013.
Siempre un poco más
Desde su debut en la música en 1996 con “Rara”, disco producido por Gustavo Santaolalla, Juana Molina dejó atrás esa popularidad que conoció con la actuación en el programa “Juana y sus hermanas”.
Aquellos fueron los primeros pasos que sacaron a la luz todas sus inquietudes por la música. Hija del cantante de tango Horacio Molina, y de la actriz Chunchuna Villafañe, el arte flota con fluidez en su vida, y eso lo deja demostrado en cada nuevo proyecto.
Junto a Odín Schwartz y Diego López de Arcaute, en 2013 lanzó su sexto disco, considerado uno de los mejores trabajos de ese año. Aquí transita un nueva atmósfera sonora, donde se mezcla lo autóctono de su estilo, con detalles electrónicos de las guitarras y sintetizadores, entre otros instrumentos.
“Lo que hice en este disco fue evitar el camino conocido. Quizá después el resultado no difiere tanto de lo anterior porque, aunque busqués otra cosa tenés una esencia, lo que te relaciona con el mundo. No me baso en las letras, busco evolucionar en la música, descubrir cosas que para mí son nuevas. El mundo toca guitarra eléctrica desde hace por lo menos 60 años, pero yo la descubrí en este disco. Lo importante de descubrir cosas que ya existen; en el descubrimiento mismo está ese entusiasmo casi infantil de excitarte con algo. Un estado de sorpresa donde no hay pensamiento que te diga: No, pero así no es como se hace. Para mí el momento creativo sólo es válido cuando no hay pensamiento, que lo arruina, lo banaliza, lo vulgariza y lo hace falso”, dijo la artista en una entrevista al diario Clarín.
Como pocas, la voz de Juana Molina llegó a escenarios destacados de Estados Unidos, Europa y Japón. Su tercer disco “Tres cosas” fue elegido en 2004 por el diario norteamericano The New York Times, como uno de los diez álbumes de pop más importantes del año, junto con artistas internacionales como U2, Björk, Green Day y Brian Wilson.
Ecléctica, se sumerge sin prejuicios al mundo de la música y en cada destello de creatividad descubre otros virajes cada vez más interesantes, para hacer de su personalidad una artista auténtica.