Juan Sasturain, mucha calle y mucha biblioteca

El escritor y guionista llega a la Feria del Libro de Mendoza con sus “Pretextos”. Aquí, el autor habla también sobre su última novela policial, su contrabando entre la realidad y la ficción y escribe acerca de “la máquina Quino”.

Juan Sasturain, mucha calle y mucha biblioteca

o hay manera de evadirla. La historia pasa literalmente por la puerta de mi casa”, dice Juan desde su balcón. Vive y escribe, pues, en el corazón de la historia argentina, a una cuadra de Plaza de Mayo.

“Sasturain vuelve nueva, en su escucha, a nuestra lengua, alternando en su poética lo alto con lo bajo, la referencia erudita con el habla popular lisa y llana. Al leer su prosa se tiene la impresión de que está contada oralmente. Pero debajo de esa tersura, esa llaneza, hay, además de mucha calle, mucha biblioteca”, dice Saccomanno. Juan es, además de cazahistorias, profesor de letras.

“Uno escribe porque ha leído, porque disfrutó sentir que algo le abrió el bocho. Entonces uno empieza a preguntarse ‘¿cómo hizo este tipo?’ Y quiere darse el gusto de imitarlo. Se lucha con la pereza, claro. Pero nos volvemos máquinas de querer reproducir ese placer”.

Se ha jubilado. Ha dejado de publicar regularmente en los medios, cosa que hizo por décadas. Un escritor curtido en la redacción. Un laburante de la palabra.

“Disfruté mucho escribir en los medios gráficos, pero nunca estuve abrazado a la vocación periodística, a perseguir la noticia, a buscar primicias, a vender. Sí sentí el imperativo de responder ante las cosas que pasan, de tomar postura. Pero ya todos saben lo que pienso de este gobierno y, con todo lo que sucede, no se puede estar haciendo catarsis todo el tiempo. No es saludable para uno ni para el lector, que tiene que bancarse la catarata de bajón e insultos que ya no ayuda a nadie”.

Igual, el pulso de esa máquina le quitó el peso de la hoja en blanco, de la imagen romántica del autor que espera ser soplado por el genio:

“Existe la musa pero también existe el jefe de redacción”. Y así, en el trajín textual, fue construyendo poderosos frankensteins que combinan elementos de la realidad con ánima de ficción.

“Pretextos” es el libro que presentará en esta Feria. “Es un conjunto de 30 textos breves, una recopilación de las contratapas que escribí para Página 12 durante la última década. Ocasiones que me han permitido hacer ficción dentro de un medio”.

- ¿Cuál es hoy la diferencia entre periodismo y ficción?

- Se supone que son distintos, ¿no? En mi caso creo que hay una diferencia de grado, de intensidad. Pero, por ejemplo en “Pretextos”, se han difuminado los límites.

“Pretextos” está armado en seis secciones, una de ellas llamada “Variaciones Hammett”. Pues es el señor de la novela negra la figura central de su última novela.

“Mi punto de partida es el texto inconcluso que dejó el autor de El halcón maltés la última vez que intentó escribir ficción, a principios de los cincuenta, y no pudo. Quedaron 60 páginas de algo con mucho tono autobiográfico, escrito en primera persona, que tenía por título Tulip y que no se parecía en nada a los relatos policiales que lo habían hecho famoso y reconocido”. Ese Hammett inspiró este policial de Sasturain que cuenta con quinientas páginas, una estructura de cajas chinas, el recurso del manuscrito hallado, peripecia detectivesca y un título que guiña lo biográfico: “El último Hammet”.

El protagonista es Donald Poynton, quien aparece fugazmente en un par de escenas de Tulip. “Donald trabaja con su mujer, Linda, en la casa donde un Hammett acosado por Mac Carthy y el fisco, vive de prestado. El dato de que fue boxeador con el nombre de Donny Brown en Filadelfia está en Hammett. El resto es pura invención. Invención mía, quiero decir. Como la acción en mi novela transcurre en el comienzo de la primavera del 53, la vinculación de Poynton con nuestro José María Gatica y su viaje a los USA para pelear con Ike Williams -tremenda derrota del Mono- me pareció factible y atractiva”, explica Juan.

La novela será publicada el próximo año, pero por ahora está disfrutando de otra siembra. La aparición de “Pretextos” (editado por Desde La Gente) y de los “Cuentos reunidos” (por Alfaguara).

Luis Chitarroni escribió sobre ellos: “Todo escritor que nos importa extrae de la infancia el mapa mudo de su imaginación narrativa. Sasturain se encuentra mejor en sí mismo -en esa infancia reveladora que aporta voluntaria o involuntariamente cada cosa- que en los muchos escritores que conoce, y vaya si los conoce bien”.

Más allá de los que asoman en sus relatos, uno de los artistas que Sasturain (editor de la Fierro, cultor de la historieta) conoce bien es Quino.

Sabe que esta Feria está dedicada al mendocino mundial. Por eso, nos lleva de paseo por el contacto reciente que ha tenido con él: una exposición sobre sus viñetas basadas en máquinas.

- Hablando de máquinas de reproducir placer.

- Quino es eso, a fondo.

Ficha

Juan Sasturain, presentación del libro "Pretextos"

Día y hora: hoy, a las 21.
Lugar: Aula Fernando Lorenzo. Espacio Cultural Julio Le Parc .
Entrada Libre y Gratuita.

Quino, o cómo darse máquina (por Sasturain)

Mitologicemos: tras la Creación, tras lo que alguna vez Alguien inventó ex nihilo (se supone cómodamente que "de la nada") y llamamos el Mundo o la Naturaleza o el impensable Universo que nos incumbe y comprende en parte y forma, sólo quedó quedarse con lo que había o -ante la creciente incomodidad y extrañeza- suplementarlo como si algo faltara: la Cultura es eso. Un gesto compulsivo, necesario, soberbio, sano o desesperado de agregar algunas boludeces más a lo tanto ya hecho / dado / regalo inopinado e irrenunciable que nos tocó y del que somos parte.

La historia de la invención, la crónica de la gestación de las máquinas en el sentido más amplio, como parte de la Cultura / Respuesta humana ante las necesidades de Otra Cosa, es el dibujo del perfil más genuino del equívoco bicho humano, siempre dándose máquina, siempre maquinando como si se progresara: la bomba de agua, la de hidrógeno. Pero aunque parezcan variables especulares de la ambigua invención, hay una diferencia entre maquinar y darse máquina.

Y acá está. El tranquilo Quino -reflexiva, saludablemente- sólo maquinó al dibujar tras darse larga máquina interior. Callado acumulador, ojo avizor, anómalo cóndor cuyano con amplitud de alturas en el planeo, usina recargada de percepciones vastas y sutiles finamente destiladas, cuando Quino se sentó de últimas a maquinar en el papel, fue esto que vemos: otra que Da Vinci. Todo funciona, es funcional. Y no (sólo) se trata de que la máquina representada sea plausible -no es una cuestión de planos, como en Leonardo: ahora hay que hacerlo volar, verlo sumergirse- sino de la eficacia puntual del diseño mismo, del mecanismo de representación (el humor, el dibujo, la secuencia).

Quiero decir que las invenciones de Quino (nos) sirven así, dibujadas. Porque inventó los mecanismos para que las máquinas imaginadas significaran, sirvieran para algo como las "de verdad". Hay que ver para qué.

Para mucho. Sin duda que, tras coincidir en el empeño con maestros mayores del humor y del dibujo -las bellísimas complejidades gratuitas de Healt Robinson, la minuciosa ironía del patriarca Rube Goldberg- Quino, como siempre, hizo su propio camino de invención.

Hay un itinerario: si el Yahvé un poco esquizo del Antiguo Testamento le dictó los planos del Arca a Noé para que se defendiera selectivamente de los efectos de su propia ira; si los trágicos griegos inventaron el Deus ex machina para "bajar" a los dioses a la escena final para que le cerraran las cuestiones, Quino se baja él, mira a los costados y comenta con piedad e ironía. Con la fe invencible del verdadero escéptico inventa en defensa de lo humano, incluso o sobre todo, cuando el gil maquina sin cesar contra sí mismo.

Programación

Feria del libro: Hoy

A las 17.30 Sala Suárez: Presentación del libro "En su tinta", de Andrés Cáceres.

A las 19. Sala Suárez: Presentación de "Vino, tinta y tinto sobre blanco", de "Rep".

Sala Tulián: Presentación del libro "Venado", de Liliana Bodoc con ilustraciones de Gonzalo Kenny.

A las 21. Sala Suárez: Presentación del libro "Una pausa en tiempo express", de Andrea Villegas

Sala Francia: Lorena Miranda Jazz.

Sala Tulián: Proyección del documental "El otro río, el exilio argentino de Rafael Alberti", con música en vivo de Enrique Llopis.

Sala Rúpolo: Presentación del libro "La Justicia federal en el banquillo de los acusados", de Pablo Gabriel Salinas e ilustraciones de Andrés Casciani.

Aula Lorenzo: Presentación del libro "Pretextos", de Juan Sasturain.

Organiza: Ediciones Culturales de la Secretaría de Cultura de la Provincia.

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