Cuando entró en el negocio, hace más de 40 años, Mendoza pisaba muy fuerte en la producción de frutas frescas en el país, con una superficie implantada que, sólo en el caso de manzanas y peras, multiplicaba por 15 a la que hoy en día tiene la provincia.
Juan Riveira recuerda que en esos años, Río Negro y Neuquén producían menos que ahora, y había más demanda de mercadería mendocina. En el medio, cambiaron muchas cosas, "pero siempre el productor tuvo más o menos los mismos problemas", dice el presidente de la Aspeff, en la apertura de un diálogo en el que planteó su preocupación por el escenario que se abre para las producciones regionales.
-¿En qué situación está el sector, ante el inminente inicio del próximo ciclo productivo?
-Muy comprometida y, sobre todo, con mucha incertidumbre, por circunstancias que no sólo afectan al sector de frutas frescas. Creo que vamos a tener que retomar la iniciativa de reunir a referentes de otras actividades agroindustriales de la región, porque al margen de las particularidades de cada una, tenemos en común muchos y muy serios problemas. Tendremos que ver qué se puede hacer para, al menos, atenuar el impacto.
-¿Cuáles son esos problemas compartidos?
-Han aumentado mucho los costos (a niveles que no se corresponden con el valor de lo que producimos); el mercado interno sigue llamativamente retraído, y en el exterior es muy difícil sostener la presencia en los mercados, porque no somos competitivos.
-Habló de un escenario de incertidumbre. ¿A qué se refiere?
-A que no sabemos cómo sigue esto. Nos sentimos como si estuvieran operándonos para extirparnos un tumor, sin anestesia. No te vas a morir por causa del tumor, pero te va a matar el dolor. Es posible que el camino para el sinceramiento que necesitaba la economía argentina sea éste, pero debieron haber tomado previsiones para evitar que el impacto de esas medidas termine dejando en el camino a los sectores productivos.
-¿Hay, efectivamente, un camino? En todo caso: ¿Está claro hacia dónde lleva?
- Yo no lo veo. Ojalá el Gobierno lo tenga claro. Quiero pensar que sí, porque si no, el futuro sería peor. En la etapa previa a las elecciones del 2015, cuando se hablaba de esto con quienes iban a tener luego responsabilidades en la función pública, entendían perfectamente nuestros problemas, porque vienen de hace rato. Se suponía que iban a tomar medidas para que se fueran solucionando. Pero resulta que algunos de los problemas se van agravando.
-¿Qué problemas se han agravado?
-La retracción de la economía ha tenido un impacto muy fuerte. Se han resentido los ingresos de la población y esto se refleja en una caída espectacular de la ventas, y estamos preocupados porque no sabemos si llegamos al piso. En el caso de frutas y hortalizas frescas, en el mercado interno, el retroceso es muy notable, si le digo un 30% creo que me quedo corto.
"Es el Gobierno Nacional el que va a tener que plantear soluciones para saber cómo seguimos".
-¿No pudieron compensarlo con exportaciones?
-El volumen de exportaciones ha sido bajísimo, aunque en este caso la mayor incidencia la tuvo el factor climático. Hemos tenido dos años seguidos muy complicados con el clima. Además, estamos produciendo menos volumen de calidad exportable. Se ha reducido mucho la superficie implantada con montes que se estén trabajando como para lograr un producto apto para exportación, y esto se debe al deterioro que viene sufriendo el sector desde hace varios años.
-¿Qué están tratando de hacer, concretamente?
-Estamos conversando con el Gobierno de la Provincia para buscar caminos de solución. En principio, podría salir un crédito por lo menos para hacer los primeros trabajos de temporada. Podrían ser unos 15.000 pesos por hectárea, que llegarían a cubrir el costo de la poda. Porque el productor que no cosechó, o tuvo que vender su fruta a industria a $ 1 ó $ 1,20 el kilo (de lo cual, deducida la cosecha, con suerte le quedaron 40 centavos), no tiene posibilidad de hacer ningún trabajo.
-¿Qué propuesta debería surgir de un eventual encuentro con los demás sectores productivos?
-Es el Gobierno nacional el que va a tener que plantear soluciones, para saber cómo seguimos y soportamos el tiempo que lleve encaminar este plan económico. Será con apoyo financiero; con menor presión fiscal; con mecanismos que permitan mantener las fuentes de trabajo. Y el Gobierno de la Provincia deberá acompañarnos a preguntar cómo sigue esto. Porque es muy fácil decir: "En seis meses esto se acomoda", pero vemos que retrocede. Entonces, no vemos hacia dónde va la economía y no sabemos cómo encarar el futuro.
Menos precio para las peras y las manzanas
La última temporada sumó preocupaciones para los fruticultores mendocinos, que ya venían de un año con menos producción por daños climáticos, de varios con problemas de rentabilidad.
Juan Riveira, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas Frescas de Mendoza apuntó que sólo "en el caso de la fruta de carozo, el que tuvo la suerte de cosechar pudo defender un precio aceptable". Precisó que "el durazno anduvo en torno a los 8 pesos el kilo al productor, y en algunos casos un poquito más".
Distinto fue el caso de la pera y la manzana, que "en el mejor de los casos, pudo haber llegado a 4 pesos el kilo" porque "los precios de venta no dieron para más, había menos oferta de durazno, y el consumidor estuvo dispuesto a pagarlo un poco mejor".
Perfil
JUAN RIVEIRA (62). Se inició en la actividad a los 20 años, sumándose al emprendimiento frutícola que habían puesto en marcha sus hermanos mayores.
Hoy, lleva adelante una de las pocas empresas productoras y exportadoras de frutas frescas que quedan en Mendoza.
En el ámbito gremial-empresario, preside la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas Frescas de la provincia.
