Después de su primera pelea con Carlos Monzón, entonces campeón argentino y sudamericano de los medianos, que resultó empate, el 5-04-68 en el estadio Pascual Pérez de la Federación Mendocina de Boxeo, cuando fue despedido por aclamación al grito de "Mendoza, Mendoza", se convirtió para siempre en Juan "Mendoza" Aguilar, el apodo que lo acompañó durante el resto de su carrera, más allá del resultado de sus combates.
Con el casi invencible Monzón, que entonces se quedó con la sangre en el ojo, volvió a combatir dos veces más: el 20-06-68 en el Luna Park (derrota por puntos) y el 07-03-70 en Rosario, Santa Fe, (derrota por abandono).
"Don Paco tiró la toalla cuando vio la inminencia del KO", recuerda Omar Davin, a un paso del rincón del mendocino aquella noche. En esa misma época enfrentó en nueve oportunidades a Víctor Emilio Galíndez (2 triunfos, 2 empates, 4 derrotas y 1 sin decisión cuando a los dos minutos y medio del primer round, en un violento cuerpo a cuerpo chocaron de manera espectacular sus cabezas, que sangraron profusamente) lo que constituyó un clásico del boxeo argentino por la rudeza y temeridad de los duelos que protagonizaron.
Del mismo modo la fuerte rivalidad que lo llevó a combatir cuatro veces con Ramón Avenamar Peralta (1 victoria y 3 derrotas) y en tres oportunidades con su comprovinciano Jorge Víctor "Aconcagua" Ahumada (3 derrotas por puntos).
El "Juancito", como todavía se lo nombra con respeto y admiración en el ambiente boxístico, que completó alrededor de 60 peleas como amateur y 59 como profesional desde aquel victorioso debut del 13-08-65 frente a Juan Carlos Castellanos, en el ring de la Avenida Mitre, con 29 triunfos (5 por KO), 11 empates, 18 derrotas (5 por KO) y 1 sin decisión, fue un fenómeno de popularidad, más allá de que resultara ganador o perdedor.
El público le reconoció siempre la entrega, su gran coraje, esa dignidad que mostraba entre las sogas, la constancia y deseos de progreso.
"Uno de los boxeadores más guapos que dio Mendoza", según escribió el periodista Roberto Suárez Díaz en su libro Crónicas de Guantes. Las palabras de Carlos Monzón a Los Andes después del primer enfrentamiento entre ambos son también el fiel ejemplo y mejor testimonio de su fortaleza y resistencia física y anímica: "Es duro, durísimo, como una roca. No sé cómo hizo, pero me aguantó todas las manos. Quise tirarlo pero no lo logré". Aquella devoción y clamor de la gente lo erigió además en "el boxeador del pueblo", como entró en la historia.
"Tuve suerte, Aguilar es un hombre que sabe, se merece una nueva oportunidad, espero darle esa chance", fueron las palabras de Avenamar Peralta, que era asistido por Alfredo Porzio y Bruno Alcalá, y que en un hecho poco común tomó el micrófono en el centro del ring y de manera tan caballeresca se dirigió a la multitud que había colmado el Pascual Pérez aquel 8 de mayo de 1970, luego de su primera pelea frente al mendocino al que superó por abandono en el séptimo round.
Aquel combate se suspendió por decisión médica cuando Aguilar perdió completamente la visión del ojo izquierdo a raíz de un golpe que sufrió en el tercer asalto y que le formó una gran hematoma.
El esperado desquite llegó el 11-06-71 nuevamente en Mendoza y consagró a Aguilar como el nuevo campeón argentino de los medio pesados, al ser declarado ganador por puntos en fallo dividido. Se tituló en Los Andes, en la edición del día siguiente: "Aguilar: merecido premio a su trayectoria" y se dijo en el comentario: "Recia, pareja, sin tregua, con notables reservas físicas y anímicas del mendocino sobre el final".
Otro colega de la época, Oreste Piantino, escribió en su columna Desde la Tribuna, del suplemento deportivo de nuestro diario de los días lunes: "Sueño y realidad: con la nariz muy chata, el cuerpo acerado y la mente fresca, Aguilar es el nuevo titular argentino". Avenamar sorprendió nuevamente por sus declaraciones pese a la caída y pérdida de la corona: "Me ganó un verdadero boxeador y una gran persona".
Luego Peralta resultó vencedor en el tercero (20-10-71) y cuarto enfrentamiento (29-04-72) entre ambos, las dos veces por puntos y en el Luna Park. Además resignó el título de campeón argentino el 22-07-72 al ser derrotado por Víctor Emilio Galíndez, por puntos en 12 asaltos, también en Corrientes y Bouchard, en la sexta de las nueve veces que se enfrentaron. Aguilar recuerda: "Pensar que una vez lo tiré por 8 segundos, pero se recuperó y siguió peleando".
Juan "Mendoza" Aguilar: por algo lo llamaban "El campeón del pueblo"
Como profesional a fines de los años ‘60 y comienzos de los ‘70, enfrentó a los mejores medio pesados y medianos de su época: Andrés Antonio Selpa, tres veces a Carlos Monzón, nueve a Víctor Emilio Galíndez...
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