Juan Martín Giménez fue un agricultor empeñoso y un criador de vides muy destacado. También se lo recuerda como un aguerrido dirigente gremial empresario, con desempeño en la Cámara de Comercio e Industria de Luján de Cuyo.
De fuerte temperamento, era tenaz en sus convicciones y discutía con vehemencia, siempre de frente. Su nombre, junto al de su esposa Teresa Ghilardi, son referenciales en Perdriel oeste. Ellos realizaron la donación de unas 5 hectáreas de terreno para que se levantara el barrio Martín Giménez sobre Costa Flores, y otra franja (sobre Brandsen) para construir el colegio.
Una de sus nietas, la profesora Anabel Daparo, recordó que la cesión de las parcelas se produjo en los '90, cuando Luis Carral era intendente.
"La idea de la donación -recuerda Anabel- se produjo cuando mi abuelo vende una finca, ubicada en Agrelo, a la firma Alta Vista (en el '92) y advierte que la mayoría de sus trabajadores serían despedidos debido a que la forma de administrar la propiedad y los sistemas de labranza de la finca cambiarían radicalmente. Comienza entonces escriturándoles lotes de 500 m² a sus empleados para que a partir de allí, y con las indemnizaciones, pudieran tener su vivienda propia. Luego, con mi abuela, tienen la idea de realizar una mayor cesión al municipio para que esa zona contara con los servicios que ellos consideraban más importantes (educación, salud y recreación)".
La educadora añade: "Mis abuelos valoraban a sus empleados y no querían que la zona se convirtiera en una villa marginal, sentían la responsabilidad de ayudarlos a conservar los valores de las zonas rurales de donde ellos provenían. En la actualidad muy pocos son los ex empleados que continúan viviendo allí y se comenta que la subcultura de la zona (trabajo con apego a la tierra, sentido de pertenencia y respeto por valores tradicionales), ha cambiado bastante".