“Mi primer auto lo compré en un desarmadero. Yo tenía 15 años. Estuve más de un año armándolo con unos amigos. Era una “voiture”, a la que le abrías el baúl y tenías otro asiento. Compré el motor de un Ford ‘60 y se lo pusimos; pero al auto no le cambiamos la caja ni nada más. Entonces, cada vez que aceleraba -imaginate- volaba algo”, cuenta el hombre de la voz algo desgastada.
“Trabajé como un año y medio en la mecánica para poder arreglarlo. Al auto lo tenía en el campo y daba algunas vueltas por ahí... en el potrero”, explica mientras sus ojos destellan con un brillo cómplice. Juan María Traverso llegó a Mendoza para participar en la inauguración de la filial Cuyo de la Asociación Argentina de Volantes (AAV), entidad nacional de la que es vicepresidente.
Luego de la formalidad de un acto de apertura, bastante desestructurado por las zancadillas que pone la emoción, algunas entrevistas en radio fueron dando forma al evento y el tiempo justo para acelerar y dejar flotando -casi como al pasar- alguna frase picante. El “Flaco” está acostumbrado.
Como un buen anfitrión combina sus respuestas, anécdotas y fotos requeridas, todo en un orden aleatorio; como si se tratara de una oferta a la carta.
Juan el fanático
“Yo no se de dónde me vino lo de las carreras. Vengo de una familia que no tiene nada que ver con el automovilismo. Mi viejo era un hombre de campo, trabajador. Yo, cuando era chico, me escapaba para poder ver los grandes premios que pasaban por Ramallo. Me sumaba en algún grupo para poder ir. Era un fanático”.
Traverso, que a principios de los ‘80 llegó a estar a las puertas de debutar en la Fórmula 1 con el equipo de Ecclestone, en una entrevista había contado: “Yo tenía mi Jeep a pedales, todos esos juguetes. Imaginate, con 10 tíos, éramos una banda de primos, nos arreaban… era buenísimo.
Después nos mudamos a Beccar. Yo era imbancable, tanto que mi viejo me metió en un colegio pupilo. Y eso que mi casa quedaba a tres cuadras”.
No importa el día ni tampoco la hora. El “Flaco” Traverso detrás del humo de su cigarrillo resurge una y otra vez para hablar de sus pasiones.
Aquellas que le hicieron asumir el rol de dirigente cuando -en 2005- decidió poner punto final a sus días de piloto profesional.
"Luché toda una vida para poder correr. Antes no podías subirte a un auto de carreras antes de cumplir los 18 años. Esperé, estudié, fui al colegio, pero el día que me sentí preparado le dije a mi papá que quería ser un piloto de carreras. Él me echó de casa. Me las tuve que arreglar solo. Comencé de a poco", recuerda el admirador de Copello, que a los 21 años debutó al volante de un Torino "Liebre".
El hombre apasionado
“La pasión es la base de todo. A esta altura de la vida, él que logró vivir de aquello que lo apasiona, lo hace de otra manera. Yo sigo disfrutando del automovilismo, más allá de que me haya bajado del auto de carreras hace tiempo”.
A los 67 años, el Flaco Traverso desde hace más de una década cumple el rol de dirigente. “La Asociación la fundaron Fangio, los hermanos Gálvez y Emiliozzi, entre otros. Es parte de la historia del automovilismo argentino”, dice en relación a la AAV. Pero apelando a su oficio, suelta una estocada... “El automovilismo paga sus propios accidentes”.
Juan explica: “Quiero que quede claro que todos los accidentes en las pistas de carrera no fueron al sistema de salud pública. Todos los pilotos del país -que son cerca de 23 mil asociados- pagaron la atención de los accidentados. Trabajo en algo que no es lo más agradable, pero que también es parte del deporte”.
“En lugar de poner la quinta lo saludé”
En mayo de 1995, por la tercera fecha de la temporada, el Autódromo General San Martín recibió al TC 2000. El “Flaco” Traverso, con un Peugeot 405, llegó como líder del campeonato.
“La verdad es que disfruté mucho del automovilismo, de los autos y los autódromos. En Mendoza, al pasar por la recta principal, en el último box estaba Oreste Berta - yo venía de correr en su equipo-, pasaba adelante del box y él estaba con el tablero tomando tiempos. Justo ahí, yo ponía la quinta. Venía puntero, le había sacado dos segundos a Daniel Cingolani, que era piloto de Oreste, y al pasar frente a su box en lugar de poner la marcha aceleré el Peugeot y lo salude. Él me vio, se calentó y tiró todo. Berta era realmente un genio”.
Ficha personal
Fecha de nacimiento: 28/12/1950
Lugar: Ramallo (Buenos Aires)
Deporte: automovilismo (piloto)
Apodo: Flaco
Debut: 31/10/1971 en Pergamino
Retiro: 2005
Récord: 16 campeonatos entre 1971 y 2005.
Distinción: En 2000 recibió el Premio Konex de Platino como el mejor piloto de la década.