La comunidad audiovisual está de festejo. Hay brindis, hay abrazos. No sólo porque perdura la energía del Graba02 (el festival que acaba de nuclear y premiar en nuestro territorio a los realizadores locales, nacionales y latinoamericanos), sino porque acaba de aprobarse, después de muchos años de trabajo y esfuerzo por parte de los colectivos, la Ley de Promoción Audiovisual de Mendoza, lo que implica que el cine local da el paso para convertirse en industria.
Pero hay más. En Godoy Cruz, precisamente en la bodega Navarro Correas, Juan José Campanella toma el micrófono para celebrar, en sintonía con estas novedades, la presentación del Polo Audiovisual de Mendoza. La construcción, pues, de un distrito creativo en un territorio que busca promover la innovación y que tiene que ver claramente con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a la industria cultural.
Campanella habla, en principio, de su experiencia en La Matanza. El director está comprometido, allí, con un proyecto de formación digital que ofrece oportunidades a muchos chicos de la cooperativa La Juanita, situada en el partido de Laferrere, ya que les permitirá acercarse a las nuevas tecnologías, aprender y capacitarse en los trabajos que vienen de la mano de las redes sociales y las nuevas tecnologías.
“Esta escuela –dice– busca profesionalizar, en los distintos saberes específicos que competen a la animación, a jóvenes que han sido expulsados de la escolaridad común”.
El realizador subraya que este es “espacio de contención donde los chicos y adultos que vienen a aprender van a tener, además, la posibilidad de una salida laboral inmediata y concreta para continuar formándose”.
En cuanto a los nuevos formatos, él asume que, por supuesto, lo han revolucionado todo. Que el modelo Netflix (y similares plataformas) ha cambiado las formas de producción y consumo y que muchos de los talentos con los que contaba el cine han migrado a las series.
“De hecho, mi próxima película será financiada por la televisión”, confiesa. Y agrega: “Ya los personajes no tienen que estar uniformados en el inglés. De hecho, se priorizan las lenguas locales. Se buscan actores que provengan y hablen el idioma del país del que surge la historia”.
Videojuegos y futuro
Pero lo que más remarca Campanella es que "los videojuegos son el futuro". La industria audiovisual tiene, allí, un desafío y una base de experimentación interesante.
Por lo pronto, a Campanella le ocupa la remake de "Los muchachos de antes no usaban arsénico" que empieza a filmarse en mayo con Graciela Borges, Oscar Martínez, Luis Brandoni y Marcos Mundstock. Mientras, sigue trabajando junto al escritor Eduardo Sacheri (con quien se unió para la ganadora del Oscar "El secreto de sus ojos") en una historia ambientada en el conurbano bonaerense. Aparte: se convertirá en dueño del Politeama, un teatro que está reconstruyendo junto a sus socios.
Pistas para entender un Momento histórico para el cine local
La actividad audiovisual en Mendoza está en un momento interesante y promisorio. Se ha aprobado la ley de promoción, se ha anunciado la creación del Polo Audiovisual (que tendrá como sede la Bodega Arizu) y se está, finalmente, armando como industria con fuerza y alcance propios.
Sin embargo, el proceso que comenzará ahora es complejo y vale la pena entenderlo.
¿Qué significan, en concreto, estas novedades para el sector? ¿Qué implica la Ley de Promoción para aquellos que trabajan y ponen su pasión en hacer films? ¿Qué representa el aporte económico del BID y cómo será distribuido ese dinero (950 mil dólares) para potenciar la creatividad de la región? ¿Cómo observan los realizadores el capital humano que hay en Mendoza y el nivel que aquí se ha alcanzado?
Para contestar estas inquietudes, reunimos en esta nota a voces fundamentales para comprender este