Juan Garro: “Estando solo madurás y te hacés hombre”

La joya del Tomba cuenta su vida. De Tunuyán al fútbol grande. El lado “B” de un goleador sufrido.

Juan Garro: “Estando solo madurás y te hacés hombre”
Juan Garro: “Estando solo madurás y te hacés hombre”

“Aprendí a patear con una caja”. Eso cuenta papá Fernando cuando le recuerdo sus primeros pasos en la casa de toda la vida en Tunuyán.

Juanfi Garro siempre soñó con ser futbolista, y vaya si lo cumplió:  vistiendo la camiseta de Godoy Cruz en el fútbol grande y haciendo goles.

Es la historia de un pibe que se hizo hombre a los golpes, pasando por momentos difíciles que nunca pudieron doblegarlo.

-¿Tus viejos siempre te apoyaron en el fútbol?

-Sí. Mis viejos y mis hermanas siempre me acompañaron a todos lados, desde que jugaba en Tunuyán. Los domingos salía la familia detrás de mi para apoyarme.

-¿Terminaste la escuela?

-Mis viejos son docentes, por es estaba claro lo que tenía que hacer (risas). Llegué hasta tercer año porque me subieron al equipo de la Liga y entrenábamos a la mañana. Hasta ahí viajaba todos los días. Abandoné, pero luego hice cuarto libre y quinto.

-Un gran esfuerzo.

-Los primeros años, el padre de Sebastián Olivares nos pasaba a buscar y a las 14 salíamos para acá. A las 20 volvíamos a Tunuyán. Cuando nos subieron a la primera local, salíamos a las 6 de la mañana y regresábamos a las cinco de la tarde. Eso fue durante tres años.

-¿Hoy pensás en eso?

-Por supuesto, siempre me acuerdo de esos momentos. También cuando lo estás viviendo pensás y soñás lo que hoy ocurre. Todo el sacrificio, tarde o temprano tiene sus frutos.

En un momento llegó la hora de instalarse solo en la gran ciudad siguiendo la ilusión de todo chico.

-¿Te las arreglabas bien estando solo siendo tan joven?

-Al principio costó porque llegaba de entrenar a casa y tenía que ponerme a cocinar, en Tunuyán ya tenía el plato de comida listo. El primer tiempo vivía con Olivares y s e complicaba. Cuando no sabía algo llamaba a mi vieja  (Liliana) y me daba la receta. Hoy zafo.

-¿Eso te hizo madurar y crecer como hombre?

-Sí, porque estás solo y dependés de vos. Si no haces las cosas bien lo pagás. Te sirve para madurar e ir creciendo. Y también le tocó la etapa oscura de lesiones y dudas.

-¿Cómo la sobrellevaste? ¿Pensaste en dejar?

-No, nunca pensé en dejar. Pero sí la cabeza te juega en contra y entrás en dudas, te replanteas el futuro y no sabés si te vas a lesionar nuevamente. Por suerte todos me ayudaron (está de novio con Fiama).

-¿Te equivocaste en algo?

-Hice cosas que no debía, por el sólo hecho que no estaba bien de la cabeza. Por ahí en los cuidados y en otras cosas, porque uno tenía que hacer las cosas bien pero al estar mal creía que ya estaba todo. Me di cuenta que en esos momentos tenés que ser fuerte.

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