8 de marzo de 2017, estadio Malvinas Argentinas. Resultado parcial: Godoy Cruz 1 Atlético Mineiro 0. Sobre el final de la primera etapa, Ángel González se escapa por derecha, mete el centro atrás, arco libre, arquero tirado, área chica, Juanfi le pegó mal y la tiró afuera.
Increíble era poco. La gente se agarraba la cabeza, él también. En el complemento, Mineiro empata con un polémico penal convertido por Fred. 4 de mayo de 2017, mismo escenario, idéntico arco, jugada casi calcada. Remata Correa, rebota en un defensor paraguayo, Angelito toma el rebote y asiste a Garro que esta vez le da un pase a la red con el arco vacío. Gol, empate y sufrida clasificación gracias a la enorme atajada de Rey a Aquino en el final del partido.
El fútbol es así. En tan sólo dos meses, Juan Fernando Garro pasó de villano a héroe. De resistido a reconocido por los hinchas.
Resultadismo en su estado más puro. Sin embargo, él no se la cree. Humilde como cuando llegó de Tunuyán para jugar en las Inferiores, su espíritu de luchador le hizo ganarse el merecido lugar que hoy disfruta. Y por si fuera poco, entró en los libros de historia del Expreso no sólo por aquel gol que valió nada menos que la clasificación a Octavos, sino porque el martes conquistó el primer tanto de Godoy Cruz en tierras brasileñas.
"Mi gol es secundario, queda al margen", dice cuando Más Deportes lo consulta. "Nosotros vinimos a buscar otra cosa -agrega Juanfi- Creo que el resultado es mentiroso porque no merecíamos perder de esta manera pero se dio así y ahora hay que levantar la cabeza, quedarse con las cosas buenas que se hicieron en una cancha muy difícil y ante un rival de muchísima jerarquía. Hay que seguir trabajando porque el domingo tenemos otro partido muy difícil contra Vélez".
-Se notó que con el Morro entraron bien en el partido.
-Sabemos que el que entra tiene que hacer eso, correr todas y dar aire al equipo. Tratamos de hacer lo mejor posible para ayudar a los compañeros; por momentos salió y por otro no.
-Teniendo en cuenta que no habías jugado en San Juan por la suspensión, ¿imaginabas que ibas a tener más minutos ante Mineiro?
-No, yo estoy tranquilo. Si me toca jugar lo voy a hacer al cien por ciento y si me toca apoyar desde afuera también lo voy a hacer de la misma manera que lo hacen mis compañeros cuando me toca jugar. El técnico lo vio así y yo siempre voy a respetar y a apoyar sus decisiones.
-Dejaste atrás el karma de las lesiones, tenés continuidad y se te empezó a abrir el arco. ¿Sentís que te has ganado un lugar en el equipo?
-Como siempre digo, me esfuerzo mucho y hago el máximo sacrificio. Me costó mucho llegar hasta acá, así que trato de aprovechar las oportunidades. Ni antes era el peor ni ahora tampoco soy el mejor. Siempre trabajo de la misma manera y tarde o temprano los frutos se dan.
-¿Qué te hace sentir que los hinchas empiecen a reconocer tu laburo en la cancha?
-El reconocimiento de la gente siempre es muy lindo; te levanta la autoestima y la confianza y hace sentir muy bien al jugador. Esperemos continuar de esta manera para seguir dando alegrías a la gente. La verdad que lo que hicieron en el hotel y en el estadio fue realmente emocionante.
-En el gol te tocó poner el broche a una linda jugada colectiva…
-Sí, la verdad que fue lindo. Nico (Sánchez) me puso un centro espectacular, prácticamente a la cabeza y yo sólo tuve que poner la cabeza para que la pelota entrara.
-El técnico te ha utilizado como un extremo por derecha o izquierda, pero tus goles fueron por la diagonal hacia el área. ¿Dónde te sentís mejor?
-Donde el técnico vea que yo le puedo ser útil al equipo, no tengo problemas. Tanto de carrilero, como extremo, interno o delantero siempre trato de hacerlo de la mejor manera. Si el técnico confía en mí y cree que lo puedo hacer bien, siempre le voy a responder.
-Te ha tocado jugar con Correa y ahora tuviste minutos con el Morro después de mucho tiempo. ¿Es más fácil jugar con ellos?
-Sin dudas. Tanto Javi (Correa) como el Morro (García) son jugadores de mucha calidad técnica que en cualquier momento te pueden dejar solo. Tengo la suerte de tenerlos como compañeros y hay que aprovecharlos.
-¿Preferís algún rival en octavos de final?
-No, que venga cualquiera.
